Puntuación:
Pixar vuelve a ofrecer una película entretenida, técnicamente impecable y con sus habituales lecturas adultas, pero que no logra superar la tercera entrega de las aventuras de los famosos juguetes
Pixar creó el entretenimiento familiar perfecto con Toy Story. La historia de un grupo de muñecos que cobran vida cuando los humanos no los ven tenía protagonistas lleno de carismas, sketches estupendos, incuestionables mensajes acerca de la lealtad y la amistad, una calidad técnica fuera de toda duda y unos mensajes a los adultos que permitían que la película fuera más allá de la típico producto de animación infantil. Con cada entrega de la franquicia, sus responsables fueron mejorando más si cabe los resultados hasta lograr una tercer largometraje verdaderamente magistral.

Josh Cooley, director que ha asumido varias tareas en la compañía creada por John Lasseter, ofrece en Toy Story 4, un pasatiempo impecable que funciona a las mil maravillas como filme para pequeños y mayores, pero que no alcanza la grandeza de sus precedentes.
Andrew Stanton, uno de los nombres clave de la tetralogía, y la guionista Stephany Folsom, han ideado una entrega donde Woody es el máximo protagonista y el resto de los juguetes que le han acompañado en partes previas, con la excepción de la recuperada Bo Beep, se convierte en una comparsa muy secundaria.
Es cierto que algunas de las nuevas incorporaciones funcionan, aunque no superan a los viejos colegas del vaquero al que pone voz Tom Hanks. Por otra parte, el tono aventurero se ha reforzado más si cabe restando algo de importancia a la comedia, aunque vuelve a ver momentos que producirán la carcajada.

Por otra parte, el mensaje más o menos adulto, que aborda la distancia que surge entre los amigos cuando aparece el amor de pareja y asumimos nuestra propia independencia personal, no acaba de estar bien desarrollada. Parece un recurso un tanto fácil para provocar la lágrima del respetable de forma no muy distinta al tercer largometraje de la serie.
No obstante, como ya hemos indicado, Toy Story 4 logra el objetivo de entretener y nos regala a una villana llena de matices. Lástima que el peso de sus filmes precedentes ahogue un tanto sus evidentes logros.