Puntuaciön
Un documental que cumple en todo momento con su objetivo: servir de puerta de entrada al cine y la figura de Buster Keaton, el autor de obras maestras como 'El maquinista de La General' o 'El héroe del río'.
Peter Bogdanovich ha desarrollado una carrera cinematográfica y periodística que es una inmensa carta de amor al cine clásico de Hollywood. En su labor como escritor destacan libros como Ciudadano Welles, indispensable obra sobre el firmante de Ciudadano Kane, o las entrevistas a grandes realizadores agrupadas en los volúmenes El director es la estrella. En su faceta como realizador, el autor de Un héroe anda suelto ha intentado rendir homenaje al cine clásico estadounidense en unas obras de ficción que pretenden recuperar algo de espíritu de aquella época. Ahí están para demostrarlo títulos como Luna de papel, Así empezó Hollywood (Nickleodeon) o ¿Qué me pasa, doctor?, entre otros. También a través del género documental ha cultivado su faceta cinéfila en Directed by John Ford, una larga entrevista con el autor de Centauros del desierto, a la que ahora se suma El gran Buster, repaso a la vida y obra de Buster Keaton.
Bogdanovich, que se convierte en la voz narradora del documental, no oculta sus intenciones didácticas: el filme pretende que descubramos o redescubramos a Buster Keaton, uno de los genios del séptimo arte. La película nos muestra a un hombre superdotado para el humor físico que logró algunos hitos del cine cómico dejando su impronta en aquellos que tuvo la oportunidad de dirigir. No obstante, la cinta no oculta las sombras del genio, especialmente un alcoholismo que se hizo más patente en sus primeros años decadencia, cuando irrumpió el sonoro y perdió su independencia como creador.
Sin embargo, aunque el documental no olvide la persona, El gran Buster se centra en la obra a través de un repaso a los mejores momentos cómicos de Keaton, tanto en sus cortos como en sus geniales largos de los años veinte, aquellos que le han asegurado un panteón dentro de la gran pantalla. Bogdanovich remarca con sus palabras y las de algunos ilustres nombres de la industria del entretenimiento el poder de las imágenes con la intención de que valoremos en su justa medida a un cineasta superdotado que conocía perfectamente los recursos visuales del cinematógrafo.
En definitiva, el documental consigue lo que se propone: que volvamos a ver los títulos más destacados de la filmografía del biografiado y lo estimemos en su justa medida. Quizá no lo haga de una manera rompedora, pero sí bastante efectiva.