Puntuación:
Agradable y algo blanda comedia dramática sobre un aprendiz de escritor que descubre en la música de Bruce Springsteen un estímulo para seguir con su vocación literaria.
Gran parte de la carrera cinematográfica de la directora Gurinder Chadha está centrada en el choque de culturas entre asiáticos, especialmente hindúes y pakistaníes, y anglosajones. Así lo demuestran títulos como ¿Qué se está cociendo?, Quiero ser como Beckham, Bodas y prejuicios o El último virrey de la India.
En la mayoría de los casos nos encontramos ante películas que plasman los problemas que surgen en la convivencia entre personas de diversa procedencia, aunque siempre estén tratados con un toque conciliador y optimista.
Blinded by the Lightt (Cegado por la luz) se ajusta como un guante al particular estilo de la realizadora. Basada en el libro Greetings from Bury Park: race, religion, rock ‘n’ roll, que recoge las vivencias juveniles del periodista, Sarfraz Manzoor, la cinta nos cuenta las peripecias de un adolescente británico de origen pakistaní que encuentra en las canciones de Bruce Springsteen un reflejo de su situación vital y un acicate para proseguir con su faceta de escritor. Su padre, guardián de las tradiciones de su país, y el racismo hacia los emigrantes durante el gobierno de Margaret Thatcher serán los principales obstáculos que tendrá que superar para lograr su objetivo.
Chadha no rehuye la crítica social hacia aquella era conservadora que hundió a las capas más desfavorecidas del país ni pasa la oportunidad de poner en solfa la intransigencia de muchos emigrantes que pretendían que sus hijos se mantuvieran ajenos en lo posible a la cultura occidental. No obstante, el tono general es amable y un tanto blando. Como ocurriera en Quiero ser como Beckham, película de la directora que guarda muchas similitudes con este trabajo, la cineasta lima asperezas para llegar a todo tipo de público. En este sentido, la película resulta mucho menos valiente que otra que abordaba ese mismo periodo desde el punto de vista de la juventud de procedencia pakistaní que vivía en Gran Bretaña durante los años ochenta: Mi hermosa lavandería, el largometraje de Stephen Frears con guion de Hanif Kureishi.
A pesar de ello, la directora ofrece una aceptable comedia con elementos dramáticos y salpicada de números musicales que hará las delicias de los fans de Bruce Springsteen y de aquellos que busquen un entretenimiento digno que no ofenda a su inteligencia. Gran parte del mérito del filme recae en un acertado reparto, donde brilla Viveik Kalra, que imprime la necesaria inocencia y simpatía a ese muchacho que aspira a convertirse en escritor y está dispuesto a derribar todo tipo de obstáculos para conseguirlo.