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Longa noite contiene fragmentos de escritores como son Max Aub, Luis Seoane, Rodolfo Fogwill, José Mª Aroca, alfonso Sastre, Ramón de Valenzuela, Marinhas del Valle y Ángeles Malonsa que han sido parte de la fuente de inspiración del director Eloy Enciso a la hora de escribir un guion que se abraza al interior de las personas y a sus miedos, a vivir todo en oscuridad o en una letargía que hace del día una eternidad tenebrosa
Longa noite engancha desde la primera secuencia, ese plano, contraplano de los protagonistas como si de una obra de teatro se tratara. Una exposición abierta a cualquier interpretación en sus inicios y que poco a poco se va centrando en una temática que llega de una forma lenta, pausada, pero consistente, poética y visualmente acorde con el fondo.
Son años de posguerra y Anxo vuelve a su pueblo en la zona interior de Galicia. A su llegada va viendo a todos aquellos que sobrevivieron y que llevan esa época de una manera muy distinta por esa España diseccionada entre los ganadores y los vencidos. Una viuda que prefiere olvidar, un comerciante que decide emigrar o un prisionero republicano que recuerda los dolorosos días pasados.
Anxo recibe una carta y deberá entrar en la larga noche franquista, los fantasmas del pasado volverán al presente para todos y ahora deberán convivir con ellos
La fotografía de Mauro Herce con guion y dirección de Eloy Enciso van de la mano en cada minuto, con una calidad fotográfica muy cuidada, con una estética narrativa que ahonda en cada personaje y con un prosa que conjuga a la perfección con lo visual. Por ello el engranaje de ambos es delicado, preciso y certero ante un tema duro y cruel como son las heridas del pasado.
Longa noite contiene fragmentos de escritores como son Max Aub, Luis Seoane, Rodolfo Fogwill, José Mª Aroca, Alfonso Sastre, Ramón de Valenzuela, Marinhas del Valle y Ángeles Malonda que han sido parte de la fuente de inspiración del director Eloy Enciso a la hora de escribir un guion que se abraza al interior de las personas y a sus miedos, a vivir todo en oscuridad o en una letargia que hace del día una eternidad tenebrosa, los textos de ellos han llevado a unos diálogos poéticos nada extensos de profundidad y dolor que remarcan la época y la situación que quieren representar.
Algo muy importante aquí en Longa noite es el sonido, de la mano de Joaquín Pachón, que combina con la imagen en cada secuencia, siendo otro protagonista más, porque en muchas ocasiones no son solo las palabras si no el sonido ambiente el que te envuelve, incluso siendo el silencio el que impere, como pasaba en la posguerra española.
Destacar que los actores no son profesionales, pero que en cada plano están inmersos en su papel con gran maestría, el director Eloy Enciso ha realizado una gran labor con ellos de llevar la dramaturgia a sus semblantes, que el tono sea el adecuado y conseguir esas miradas que trasmitan lo que el texto conlleva.
Después de Arraianos Eloy Enciso se proclama como un narrador de importantes historias en espacios pequeños, pero con grandes resortes y sustentos emocionales para que la memoria tenga el recuerdo y el sello que se merece y así mostrar el color de cada época.