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Puntuación:
Polanski es minucioso, certero en tono, fondo y forma haciendo que el espectador se sumerja en la película desde el primer instante, por saber encajar a la perfección la faceta personal de cada personaje en la historia política que se narra.
Roman Polanski no solo nos adentra en El oficial y el espía con la tonalidad pura del puro thriller ambiental de la época, si no que impone también el toque oportuno del misterio emocional en cada uno de los personajes.
El director nos trae con El oficial y el espía un caso real de 1895 donde las acusaciones, las conspiraciones y las difamaciones corren a cargo de aquellos que quieren que los secretos sean y se propaguen muy dispares a los que realmente se descubren, buscando un beneficio específico más allá del patriótico.
Alfred Dreyfus es un joven oficial judío que acaba de ser degradado por ser un espía para Alemanía, y es condenado a cada perpetua en la isla del Diablo, en la Guayana Francesa. Entre los que son requeridos para testificar en su caso está el coronel Georges Picquart que ha sido superior suyo en la academia, y que ahora está en la unidad que descubrió el caso.
Ahora en este nuevo puesto el coronel Picquart impondrá su método de trabajo, algo riguroso, en un lugar dónde nada se comprueba de manera fehaciente. Con el paso de los días descubrirá cosas que pueden ayudar a Dreyfus, pero que no irán en su beneficio personal.
El oficial y el espía nos adentra en una historia de honor, mucho más allá de aquél que tiene que ser salvado de las mentiras y trampas ajenas, si no que impone el dedo en el honor y la lealtad de una persona o país mucho más allá de los beneficios personales. Polanski ha buscado la verdad en cada toma, el dudar en cada uno de los personajes, recreándose en la ambientación.
El director ha creado un puzzle que se va completando poco a poco, desde la deshonra hasta la verdad, donde cada secuencia y plano tiene algo escondido que puede destapar o desenmarañar lo que se había liado con anterioridad.
Polanski es minucioso, certero en tono, fondo y forma haciendo que el espectador se sumerja en la película desde el primer instante, por saber encajar a la perfección la faceta personal de cada personaje en la historia política que se narra.
Una historia real, donde la persona es el fin, la honradez la forma y la verdad el fondo, todo con tres bases fundamentales, las actuaciones de Jean Dujardin, Louis Garrel, Emmanuelle Seigner, la música de Alexandre Desplat y la imposición del tono clásico de Polanski.
