¿Cómo se construyó el personaje del Joker? Con un perfil psicológico que empieza a trazarse desde sus inicios, Joaquin Phoenix ha conseguido que Joker se convierta en un fenómeno mundial.
A día de hoy podemos asegurar que Joker se ha convertido en un fenómeno mundial desde que se estrenó el 4 de Octubre de 2019. Con unos datos de vértigo, cinco semanas consecutivas siendo número uno en taquilla y con más de cuatro millones de espectadores, se ha convertido en una de las películas más vistas de la historia.
Desde que su creador Jerry Robinson dibujase por primera vez al personaje del Joker, un símbolo muy característico de los juegos de cartas y que se ha filmado en cientos de películas de poker, la vida de este payaso ha dado muchas vueltas. En sus orígenes, los ejecutivos de DC decidieron rechazar el personaje porque no creían procedente tener un villano con cara de payaso. Fue en 1940 cuando realizó su debut en el cómic Batman nº1 donde el personaje se presentó simplemente como un villano más. Desde su primera aparición en la gran pantalla en 1966 en Batman: La película, el villano de Batman ha tenido numerosas versiones y ha sido interpretado por diferentes actores que han encarnado a uno de los personajes favoritos de todos los tiempos. Grandes actores como Jack Nicholson (1989), Heath Ledger (2008) o Jared Leto (2016) han dado vida al payaso más famoso del mundo, siempre despertando la curiosidad de los fans y creando polémica por la elección de los actores por parte de los directores para protagonizar las hazañas del Joker.
A pesar de la gran trayectoria del personaje, poco o nada se sabe de su origen real ya que desde DC nunca han sido cien por cien claros a la hora de hablar sobre la vida del personaje. Pues bien, parece ser que en la versión más reciente de Joker, protagonizada por Joaquin Phoenix, las críticas hacia el actor y la película han dado un giro rotundo. Por primera vez en la historia se da más protagonismo al villano y, esta vez, sí sabemos los orígenes del famoso payaso. Tras la buena representación del personaje, Joaquín Phoenix se convirtió en el ganador del Oscar a Mejor Actor 2020, haciéndose un hueco en la historia de la cultura popular. Además, la ambientación de la película es una de las cosas que más ha gustado a los espectadores. Pero, ¿por qué ha sido realmente tan exitosa esta versión de Joker?
En primer lugar, y como ya hemos mencionado con anterioridad, nada o muy poco se sabía de la vida de este villano. Ha sido el director Todd Phillips, junto a todo su equipo, quien en esta nueva producción cinematográfica ha puesto nombre y apellidos a la historia de Arthur Fleck, nombre real del personaje del Joker. Arthur es un comediante fallido que es despedido de su trabajo como payaso. Con un perfil psicológico bastante peculiar, a lo largo de la película podemos descubrir cómo una persona con problemas mentales puede llegar a convertirse en alguien que no distingue entre el bien y el mal. En un mundo donde la sociedad es oscura y egoísta, se nos presenta a un Arthur que podría ser metáfora de una de las partes más vulnerables de la sociedad de hoy en día: una persona con problemas y con pocos recursos económicos a la que nadie está dispuesto a ayudar. Si has sido uno de los privilegiados en ver la película, seguro que una de las preguntas que vino a tu mente tras salir del cine es cómo podemos empatizar tanto con alguien que roza la psicopatía. Pues bien, la respuesta puede que esté en su humanidad y vulnerabilidad, ya que nunca habíamos visto a un villano en una situación parecida.
La realidad del presente de Arthur Fleck se remonta a sus orígenes. El perfil psicológico del Joker se empieza a trazar desde su niñez, con un pasado traumático donde sufrió abusos, el rechazo de su madre y la ausencia de una figura paterna. Este trauma hace que crezca sufriendo un trastorno de personalidad antisocial que posteriormente, y a modo de revelación contra la misma sociedad, hará que empiece a romper las normas establecidas con hurtos y varios desafíos a las leyes. En este momento es Arthur contra el mundo, o el mundo contra Arthur, a ojos del propio Arthur. La seguridad que le produce moverse entre la rotura de las normas creadas por una sociedad con la cual él está totalmente en contra, hace que estas ilegalidades se conviertan en un juego muy divertido para él y que cada vez necesite más de esa adrenalina que este juego le produce y que, en definitiva, llegue a convertirse en un criminal. Este perfil revolucionario hace que empaticemos con el personaje, puesto que todos nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos sentido la necesidad o la llamada de romper con las reglas impuestas por la sociedad en la que vivimos. A esto hay que añadir la increíble actuación de Joaquin Phoenix que, por primera vez en la historia del Joker, construye el personaje desde cero, dándole fragilidad y humanidad a Arthur, pero frialdad y maldad al Joker. Dos caras de una misma moneda que pocos actores hubiesen podido conseguir interpretar de la manera en la que lo ha hecho Phoenix.
A toda esta genialidad cabría añadir el gran trabajo fotográfico que encontramos detrás de cada una de las escenas rodadas y que ha sido, junto con el actor y la historia del personaje en general, una de las claves del éxito de esta obra maestra. Sin ir más lejos, una de las escenas más famosas de la película ha sido el baile del Joker en las escaleras que podemos encontrar en el conocido barrio del Bronx en Nueva York. El fenómeno ha sido de tal magnitud que estas mismas escaleras se han convertido en un atractivo turístico de la zona.
En definitiva, una mezcla perfecta de numerosos ingredientes que han convertido a Joker en una de las mejores películas de los últimos años y probablemente de la historia del cine. Un fenómeno mundial que ha llegado a los espectadores de una forma única y peculiar. Sin duda, Joaquin Phoenix ha conseguido que todos y cada uno de nosotros simpaticemos con uno de los villanos más temidos en la historia del cómic y del cine. Ahora sí, el Joker tiene el origen y la historia que merecía.