Marc Vigil es uno de los nombres clave de la televisión española de las últimas dos décadas. El director, productor y guionista ha colaborado en series tan populares como 7 vidas, Aída, Águila roja, Vis a vis o El ministerio del tiempo, entre muchas otras. Además es el firmante de El silencio del pantano, una cinta de suspense que ha conocido cierto éxito en la plataforma Netflix.
Entre Una terapia peligrosa y Woody Allen
Nasdrovia, una serie de Movistar + creada y realizada por él, es una mezcla de dos de los géneros que más ha abordado: el thriller y la comedia. Basada en la novela El hombre que odiaba a Paulo Coehlo, este trabajo para la pequeña pantalla mezcla humor de mafiosos al estilo de las dos partes de Una terapia peligrosa y el cine de Woody Allen, especialmente evidente en el retrato de los dos abogados que deciden abrir un restaurante ruso que se convierte en el sitio preferido del líder de una organización criminal procedente de la tierra de Vladimir Putin.
Los guionistas Luismi Pérez, Miguel Esteban y Sergio Sarria, autor también del libro que sirve como inspiración a este trabajo televisivo, se ríen con cierto cariño de unos protagonistas muy imperfectos y llenos de manías, pero que se acaban ganando el cariño del espectador, incluidos algunos de los curiosos criminales. Por otra parte, deciden romper la cuarta pared al permitir que el personaje de la abogada que interpreta Leonor Waitling se dirija a cámara para narrar la historia a los espectadores y compartir algunos de sus sentimientos.
Waitling y Silva lo bordan
Sin duda, los seis episodios de apenas media hora cumplen con lo que se proponen: ser un entretenimiento ligero, aunque lejos de las naderías que nos ofrece la televisión convencional. La miniserie se disfruta sin esfuerzo y funciona como un producto simpático lleno de enredos. No obstante, quizá no acaba de triunfar cuando intenta ir un poco más allá, especialmente en su tratamiento demasiado obvio de la denominada crisis de la mediana edad, o la forma excesivamente grotesca en la que muestra los particulares traumas del jefe de la banda criminal.
A pesar de ello, Nasdrovia se ve con agrado y se beneficia de un estupendo grupo de actores. Leonor Watling borda su papel de mujer esnob, mientra que Hugo Silva ofrece el que quizás sea su mejor papel en comedia como su fiel exmarido. Igualmente acertados resultan Luis Bermejo, como el atípico chef del restaurante, o Anton Yakovlev, en el rol de capo mafioso que complica la vida a la parejita.
Quizá no es la serie del año, pero sí una buena opción para desconectar durante una tarde.