El Festival Márgenes sigue ofreciendo año tras año el cine más rabiosamente independiente en su programación. Escáner, como ya es habitual, ofrece un catálogo de películas que no han tenido cabida en su sección oficial, pero han triunfado en otros certámenes como Sevilla o Gijón. En la edición 2020 se pudieron ver, tanto en versión online como presencial, cinco largometrajes donde predomina la no-ficción y el thriller.
ENTRE PERRO Y LOBO
La directora Irene Gutiérrez prosigue su retrato de la Cuba actual con Entre perro y lobo, cinta que ha participado en la sección Forum del Festival de Berlín y ha sido galardonada con el Premio a la Mejor Película Española en el Festival de Gijón 2020.
Si en Hotel Nueva Isla se adentraba en el que un día fue un lujoso hotel de La Habana convertido ahora en un hogar para los más pobres, aquí nos muestra a antiguos militares cubanos que deciden seguir adiestrándose en plena selva, aunque ya no haya ninguna guerra que combatir.
A través de esta docuficción, la directora plasma el día a día de un grupo de personas incapaz de asumir un presente que no tiene reservado un verdadero lugar para ellos. Sin subrayados innecesarios, la película refleja un panorama desolador donde el recuerdo de pasadas gestas parece ser el único consuelo de estos veteranos.
El notable largometraje podría formar programa doble con Para la guerra, documental de Francisco Marise que seguía los pasos de uno de estos antiguos soldados que se encuentra desplazados en una sociedad que ha olvidado sus hazañas.
LOS INOCENTES
Otra película destacada fue Los inocentes, presentada en el pasado Festival de Sevilla dentro de la sección Revoluciones permanentes. El joven director Guillermo Benet toma como base su propio corto homónimo para mostrarnos a un grupo de jóvenes que son responsables en una u otra manera de la agresión a un policía durante el desalojo de una casa okupa donde se celebraba un concierto.
El cineasta plantea su debut como si fuera un particular Rashomon juvenil presentándonos el hecho y sus consecuencias a través de los distintos puntos de vista de los diversos implicados. El realizador dota al conjunto de una extraña frescura con una cámara en constante movimiento y utilizando el formato cuadrado para aislar más si cabe a sus jóvenes protagonistas.
El filme acaba siendo un manifiesto generacional sobre una parte de la juventud que se cree revolucionaria, pero es incapaz de asumir sus actos como personas adultas. Sin duda, a pesar de su irregularidad, Los inocentes muestra a un director al que habrá que seguir la pista.
ONS
Entre el drama y el thriller se mueve Ons, largometraje de Alfonso Zarauza escrito por el propio realizador y la también directora Jaione Camborda. La isla que da nombre a la cinta funciona como inquietante decorado de unos personajes que, como el lugar donde transcurre la acción, muestran solamente una parte mientras que otra aparece sumergida.
Quizá el gran logro de este trabajo sea la creación de una atmósfera malsana y extraña donde se mueven unos personajes -un hombre maduro con depresión, su esposa y la familia de ésta- con muchos misterios. Unos secretos que comenzarán a desvelarse cuando rescaten a una mujer que ha perdido la memoria después del naufragio.
Lástima que el guion no acabe de redondear una obra que genera inquietud en el espectador capaz de conectar con su tono contemplativo e intrigante.
NACIÓN
Margarita Ledo es uno de los nombres imprescindibles dentro de la no-ficción española. Además de una interesante filmografía, su labor se extiende al ámbito académico, donde ha analizado la evolución del documental clásico hasta nuevas formas híbridas.
Nación, su último largometraje, es un homenaje a todas aquellas mujeres gallegas que trabajaron en las industrias cerámicas durante las últimas décadas del siglo XX.
Ledo mezcla las entrevistas de las protagonistas con pequeñas recreaciones en un conjunto que reivindica la fuerza de unas féminas que lucharon por mantener sus puestos de trabajo ante los patronos y unas autoridades que miraron para otro lado.
La película podría considerarse un notable complemento de la magnífica El año del descubrimiento, en cuanto a que ambas abordan el desmantelamiento de la industria en España y, casi como consecuencia, la decadencia del movimiento obrero en nuestro país.
VACA MUGIENDO ENTRE RUINAS
Ramón Lluís de Bande prosigue su encomiable labor de memoria histórica asturiana con Vaca mugiendo entre ruinas. La cinta se convierte en una particular secuela de Canciones para una revolución, documental que abordaba la insurrección campesina y obrera de 1934 teniendo como principal vínculo de unión al político Belardino Tomás.
En esta ocasión también utiliza como nexo al popular sindicalista, aunque se centre en la Guerra Civil en Asturias. La voz del cantante Nacho Vegas como narrador, imágenes de la época y algunos carteles explicativos se dan cita en una obra didáctica, pero también un tanto árida para el espectador convencional.