Puntuación:
Fallida película Marvel demasiado solemne como entretenimiento y excesivamente banal para ser considerada una cinta adulta.
Chloé Zhao se ha ganado un hueco entre los cineastas a tener en cuenta gracias a títulos como The Rider y Nomadland. En ambas se advertía un gusto por abordar historias de perdedores de manera realista y tratar de manera muy personal aspectos propios del western sin que parecieran demasiado evidentes.

Por todo ello sorprende que la realizadora de origen chino se haya decantado por dirigir Eternals, cinta de superhéroes inspirada en un cómic creado por Jack Kirby para la editorial Marvel. Quizá le haya interesado el drama de estos semidioses que sienten cariño por los humanos y son capaces de rebelarse contra las normas de sus superiores para proteger su mundo.
En cierta medida, son unos inadaptados, como los protagonistas de sus anteriores filmes. No obstante, a diferencia de ellos, aquí se recurre a unos diálogos sentenciosos y solemenes que no aparecían previamente en la filmografía de la directora.

Hay también un deseo de ofrecer una visión integradora de las diferentes etnias, razas y tendencias sexuales, aunque esté más motivado por los tiempos políticamente correctos que vivimos que por necesidades narrativas o argumentales. Por otra parte, la acción y las batallas llenas de efectos visuales chocan frontalmente con el tono new age del resto del metraje.
La película acaba siendo demasiado discursiva como para ser una cinta de aventuras y acción, pero también excesivamente banal para ser profunda. A todo ello hay que añadir un ritmo contemplativo y una duración excesiva de más de dos horas que puede terminar con la paciencia del espectador habituado a los productos comerciales de fácil digestión. Por si fuera poco, los actores, entre las que cabe destacar estrellas como Salma Hajek y Angelina Jolie, parecen efigies parlantes. Solamente Kumail Nanjiani, en el papel de Kingo, humaniza con cierto humor a este grupo de personajes que ha estado presentes en casi todas las etapas de la humanidad.

Queda, eso sí, el excelente acabado técnico de este tipo de producciones y la belleza natural de los escenarios canarios donde ha sido rodado el largometraje, aunque no basten para que este trabajo sea considerado un borrón dentro de la carrera de Zhao.