Puntuación:
Convencional película de atracos que destaca en los momentos de acción, aunque reúna casi todos los lugares comunes del género.
Way Down se abre con la tripulación de un barco que encuentra un tesoro marítimo de un navío hundido. Después de comenzar la celebración, las autoridades españolas les detienen. El inicio recuerda en exceso a La Fortuna, la serie dirigida por Alejandro Amenábar para Movistar+.
Sin embargo, mientras ésta optaba por el thriller judicial que enfrentaba al buscatesoros con el gobierno de la piel de toro, aquí el agraviado piensa recuperar su botín robando ni más ni menos que el Banco de España. El día elegido: el 11 de julio de 2010, fecha del partido que enfrentó a la selección española con Francia por el título de campeón del mundo de fútbol.

Jaume Balagueró, cineasta catalán que se ha hecho un nombre en el cine de terror gracias al éxito de la saga REC, realiza una película de atracos quizá demasiado convencional. El guion escrito a cinco manos nos cuenta el típico proceso de formación del grupo que va a dar el golpe, donde habrá afinidades, traiciones y alguna atracción física entre sus miembros.
Sin embargo, nada de lo que les ocurre a estos personajes antes de adentrarse en la entidad bancaria resulta verdaderamente memorable. No obstante, cuando la película se adentra en la mítica institución se convierte en el auténtico entretenimiento que pretende ser.

Balagueró ofrece un producto espectacular en el apartado técnico, aunque quizá se desentienda un poco del guion y de la dirección de actores. Freddie Highmore vuelve a utilizar casi los mismos tics que usa en la serie de televisión The Good Doctor como brillante ingeniero; Sam Riley se limita a ofrecer el ceño fruncido en la piel del miembro más enigmático del grupo; Astrid Bergès-Frisbey no pasa de ser un rostro bonito como la experta carterista y Famke Janssen se muestra hierática dando vida a una alto mando de los servicios secretos británicos.
Más sólidos son los trabajos de Liam Cunningham, en el rol del jefe del equipo; Luis Tosar, que intenta aportar algo de sustancia al miembro español de la troupe de amigos de lo ajeno, y los dos malvados de la función: un serio José Coronado y un cínico Emilio Gutiérrez Caba.

En definitiva, Way Down cumple como entretenimiento impersonal, aunque se olvide tan pronto como se ha engullido.