La segunda jornada de Documenta Madrid 2022 dentro de la Competición Nacional ofreció dos trabajos de directores españoles que muestran una mirada particular sobre lugares muy alejados de su tierra natal.
Lois Patiño abandona Galicia, decorado de sus largometrajes Costa da Morte y Lúa Vermella, en la hiptónica El sembrador de estrellas. El realizador regala na bella estampa del Tokio nocturno, con sus fascinantes luces y sonidos, acompañado de la voz de un extraño ser casi fantasmal que da título al filme. Un diálogo con una mujer permite que ambos aborden asuntos como la muerte y la vida a través de textos de Samuel Beckett, Maure Blanchot, Jorge Luis Borges, Paul Celan, Paul Cézanne, Georges Didi-Huberman, Antonio Gamoneda, Victor Hugo, Edmon Jàbes, Robert Juarroz, Antonio Machado, Chantal Maillard, Maurice Merlau-Ponty, Susan Sontag, José Ángel Valente y el libro de Haikus in the Death row. Sin ninguna duda, El sembrador de estrellas es una cinta experimental y poética fascinante más cerca de la instalación que del cine narrativo.
Muy distinta a la poética del cortometraje de Patiño resulta Tolyatti Adrift. La realizadora y fotógrafa catalana Laura Sisteró aborda la vida de tres jóvenes que viven en Tolyatti, una ciudad rusa que conoció la prosperidad cuando era la ciudad que fabricaba gran parte de los coches de la Unión Soviética, pero que cayó en un profundo declive cuando se abandonó el socialismo y el mercado se abrió a los vehículos extranjeros. El resultado es una población con un alto índice de desempleo donde los más jóvenes tienen dificultades para seguir adelante.
Sisteró alterna la vida de su trío de protagonistas: una chica que acaba de terminar sus estudios como cocinera, un chaval que se dedica a hacer graffittis y un mecánico que se divierte derrapando con vehículos destartalados. El filme opone la existencia de estos adolescentes a los de aquellos que conocieron la prosperidad de antaño y creían fuertemente en la comunidad que formaban en su ciudad. La cineasta capta la tristeza que rodea a sus protagonista, a través de una imágenes de tonos apagados y que captan el frío del invierno del lugar, aunque intenta no caer en el tremendismo otorgando un particular hilo de esperanza a algunos de sus personajes principales,