Puntuación:
William Brent Bell se muestra incapaz de igualar el trabajo de Jaume Collet-Serra para la primera película en un producto deficiente en casi todos los aspectos.
El cineasta español Jaume Collet-Serra logró con La huérfana un más que apreciable largometraje que se movía entre el thriller y el terror. La entrada del personaje del título en el seno de una familia provocaba todo tipo de problemas. Un astuto guion que se guardaba un estupendo giro para el final, la habilidad del realizador para crear tensión y el tour de force entre Vera Farmiga, encargada de dar vida a la madre del clan, e Isabelle Fuhrman, como la pequeña, lograron que la cinta se convirtiera en un éxito de taquilla.
La huérfana: Primer asesinato cuenta las peripecias del personaje protagonista antes de los sucesos que se narran en el primer filme. Lástima que el resultado sea un producto de usar y tirar que falla en casi todo donde su precedente acertaba.
Aquí no existe ningún tipo de misterio sobre el personaje que encarna Fuhrman y la cinta se convierte en una sucesión de sus fechorías de la manera efectista que repiten de manera muy similar algunas situaciones de la película original. Las razones hay que encontrarlas en la escasa habilidad de su director William Brent Bell, responsable de películas tan poco estimulantes como Devil Inside y el dúo de cintas The Boy, para insuflar algo de verdadero desazón al conjunto y un guion que se limita a enlazar situaciones de manera bastante torticera. Ni siquiera se acaba de sacar provecho al divertido giro que el filme se reserva para la mitad del metraje.
Al desbarajuste general contribuye una nefasta dirección de actores, especialmente evidente en el trabajo de Fuhrman, que aquí se limita a poner cara de malas pulgas, y una envejecida Julia Stiles, que luce también un eterno ceño fruncido en el papel de la madre de la niña desaparecida a la que suplanta la huérfana.
La guinda de tan terrible pastel la ponen unos deficientes efectos visuales que cantan soleares y denotan que el destino de este producto era la televisión, más concretamente la plataforma Paramount+.