Puntuación:
Fallida versión de 'El maravilloso mundo de Oz' ambientada en la España actual que fracasa en su crítica a una sociedad que margina al diferente.
No siempre la osadía va de la mano de la excelencia. Un ejemplo de ello es Rainbow, versión muy libre del libro El maravilloso mago de Oz, obra de L. Frank Baum, que ha dado lugar a múltiples versiones cinematográficas, donde figuran cintas como El mago de Oz (Victor Fleming, 1939), El mago (Sidney Lumet, 1978) y Oz, un mundo de fantasía (Sam Raimi, 2013), entre otras.

El realizador Paco León, que sorprendió con la divertida Kiki, el amor se hace, y el guionista Javier Gullón han tomado como base la idea principal de la obra original —una joven que viaja a un extraño mundo en el que encontrará en su camino a varios compañeros con diversos problemas de carácter que quieren solucionar— para ofrecer una versión netamente contemporánea. Kansas es sustituida por la árida meseta y los particulares compañeros de aventuras ya no son en su mayoría animales o seres mágicos, sino personas que se encuentran claramente en los márgenes de la sociedad por su opción sexual, su raza o su discapacidad. Por otra parte, los dos cineastas le dan al conjunto un tono urbano y bastante queer acorde con los tiempos que nos ha tocado vivir.

Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones, Rainbow naufraga porque no sabe mezclar bien sus elementos, quedándose en una película en tono de cuento demasiado dispersa que intenta tratar muchos temas sin ahondar en ninguno. La anarquía y la falta de rumbo queda patente más si cabe en una fiesta final que parece una excusa para que aparezca la troupe de amigos y conocidos famosos de León.
En medio del desaguisado destacan Dora Postigo, que inyecta al personaje principal de la necesaria inocencia; el siempre soberbio Luis Bermejo, entrañable como suicida discapacitado, y, especialmente, dos divertidísimas Carmen Machi y Carmen Maura, que encarnan a dos brujas histriónicas enfrentadas. El trabajo de todos estos actores es lo más salvable de un experimento fallido que pretende más cosas de las que acaba consiguiendo.
