Puntuación
Divertida película que nos alerta de los peligros de la inteligencia artificial.
El cine de terror y ciencia-ficción nos enseñado que la tecnología, especialmente aquella que pretende emular la vida humana, puede ser especialmente peligrosa. Almas de metal (Michael Crichton, 1973), Engendro mecánico (Donald Campbell, 1977), Amiga mortal (Wes Craven, 1986) o las sagas Terminator o Alien, entre muchas otras, nos han mostrado los peligros de dotar de capacidades propias de las personas a robots. M3GAN reincide en el asunto ahora que la inteligencia artificial es más una realidad que pura especulación fantástica.
La historia de un ser sintético que su creadora destina a consolar a su sobrina, una niña solitaria que ha quedado recientemente huérfana, y que se acaba rebelando de sus tareas para reivindicar su propia libertad está más cerca de la realidad que de un futuro lejano. No obstante, la película de Gerard Johnstone, escrita por Akela Cooper sobre un argumento de James Wan, también pone el dedo en la llaga en un tema importante: la soledad de unos menores de edad que se refugian en los artefactos electrónicos como salida y la falta de atención de unos mayores demasiado preocupados por sus asuntos como para atender de aquellos a los que deberían cuidar.
El director y su guionista no descuidan el mensaje en el filme, aunque lo hacen ofreciendo un efectivo pasatiempo que mezcla con astucia el humor negro y el terror, gracias especialmente a la inquietante presencia de la robot protagonista y un ritmo que no decae en ningún momento. Se agradece que la película apueste por una atmósfera malsana y haya una progresión dramática que no limite su eficacia a los momentos más efectistas. No obstante, la cinta nunca obvia que nos encontramos ante un producto de género destinado a romper taquillas, pero lo hace con cierta inteligencia.
El resultado es una cinta entretenida que plantea preguntas sin dar respuestas y que en muchos aspectos recuerda a la muy poco valorada Muñeco Diabólico (Lars Klevberg, 2019), que ponía al día las fechorías del célebre Chucky en un mundo ultratecnológico. La mítica creación de Don Mancini y Tom Holland es un evidente modelo para M3GAN, aunque el largometraje esté muy por encima de algunas de las películas del célebre psicópata con cara de juguete pecoso.
Grandísima crítica de Julio, como siempre. Ganazas de ver esta película