Estamos poco acostumbrados a que la ciencia-ficción llegue de fuera de lo que llamamos países desarrollados. Normalmente, este tipo de género requiere unos grandes presupuestos que no son posibles en aquellos territorios donde el sector audiovisual no puede permitirse demasiados dispendios. Quizá por esa razón sorprenda un filme como Animalia, ópera prima de la franco-marroquí Sofia Aloui, donde la cineasta ofrece un particular fin del mundo tal y como lo conocemos. Eso sí, la película ha contado con el apoyo del dinero galo para poder realizarse.
Presente en la Sección Oficial del festival Cine por Mujeres 2023 y ganadora del Premio Especial del Jurado – Visión creativa en el Festival de Sundance, el filme desestima la acción a raudales y los sofisticados efectos visuales para optar por un drama social con elementos casi metafísicos. Lo hace a través del periplo físico y mental de una joven embarazada y de origen humilde que vive de manera ostentosa en la casa de la familia de su marido en Marruecos. La aparición de unos extraños sucesos mientras se encuentra sola en el hogar le harán marcharse del lugar para encontrar a su esposo y el resto de su familia.
La película asume pronto las formas de la road movie donde la protagonista toma conciencia de la desigualdad social de su país, la religión como particular opio del pueblo que sustenta la tranquilidad de las clases más favorecidas y el machismo que existe en un lugar donde una mujer sola se ve de manera sospechosa. La particular incursión extraterrestre se hará patente primero en los animales y, después, en los humanos.
Cortesía de Sundance Institute
Digamos que Aloui realiza una particular revisión de La invasión de los ladrones de cuerpos. Aquí, sin embargo, la posesión alienígena del ser humano es vista de manera positiva, como una forma de eliminar barreras y fomentar la solidaridad entre todos.
Como en tantos debuts, hay unas ciertas reiteraciones innecesarias y el ritmo resulta un tanto desigual. Por otra parte, los seres que se hacen con el control de las personas están descritos de una manera demasiado críptica.
Cortesía de Sundance Institute
No obstante, Animalia logra interesar el espectador mínimamente curioso, gracias a sus dispares ingredientes y a la interpretación de Oumaïma Barid, que imprime la necesaria inocencia a la desnortada protagonista.