Antes de realizar mi reseña, me debo confesar super fán de este tipo de cine. Cine sin consentimientos ni medias tintas.
El director de Godzilla 2014 es Gareth Edwards que se dió a conocer con un título del que nada, o muy poco, se había «oido», su película (para muchos considerada de culto) Monsters nos sorprendió a todos, tanto por su realización, cómo por su manera de hacer una película de monstruos, sin que se vean los monstruos (o que se les vea de refilón, cómo querais). Brillante.
Ahora, con la experiencia de ese film, y con 200 millones de dólares en el bolsillo, le dieron la responsabilidad de realizar una nueva versión, del monstruo más famoso de la historia. Godzilla.
Godzilla 2014 empieza de manera sublime. Es ver aparecer en la pantalla al gran Sr. White (Bryan Cranston), conocido como Heisenberg para los amigos, y a un servidor ya le tienen ganado. La primera hora del film prefiere centrarse en otros asuntos, dejando a los monstruos de lado, y situándonos en el día a día de la familia protagonista, en la cuál, tanto el padre (Cranston), cómo la madre (la gran Juliette Binoche) son los responsables de una central nuclear, la cuál no puede escapar al desastre, trayendo duras consecuencias para esta familia.
Quince años más tarde, nos «intenta» situar en la familia de Aaron Taylor-Johnson (artificiero del ejército), y digo «intenta», por que su historia familiar es insípida, muy muy típica de este tipo de blockbusters, intentando dar un sentido a las idas y venidas del soldado protagonista a lo largo del film, para intentar justificar su «vuelta a casa».
Cómo siempre (y acertadamente) el hombre es el culpable de lo que va a ocurrir. Experimento de investigación en el que crean un súper monstruo que se alimenta de energía nuclear, pero claro, se escapa. Grande Ken Watanabe.
La manera de plantear el film a partir de ahora me ha gustado mucho. Alguien tiene que parar a este monstruo (que resulta que más tarde son 2). ¡Y quién mejor de Godzilla para este cometido! El gobierno, totalmente conocedor de la existencia de Godzilla (cómo mola la «justificación» de la bomba de Hiroshima), recurren a ÉL, para intentar eliminar a las 2 bestias.
A partir de aquí Godzilla 2014 es puro espectáculo, los efectos visuales son de lo mejorcito que se ha hecho últimamente. Ver a Godzilla reventar (literalmente hablando) una ciudad pegándose con otros 2 bichos es cómo volver a tener 15 años, no hay miramientos, simplemente destrucción. La escena del «salto Halo» es sencillamente brillante, me dejó boquiabierto.
Aparte de las cosas buenas, tiene multitud de fallos de guión. La muerte de los 2 actores con los que han «vendido» la película es desacertádisimo, además de sin ningún tipo de gloria (aún más en el caso de Cranston) A veces en las peleas se ve demasiado polvo y cascotes de edificios más que a los propios monstruos. El personaje de la mujer de Taylor-Johnson (Elizabeth Olsen) es lo más insulso que he visto en mucho tiempo, no tiene ninguna trascendencia, en ningún momento.
Godzilla 2014 es cine para no pensar, cine de verano y cine para los adultos que quieran volver a ser durante 2 horas niños de 15 años.