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Esta es la primera vez que el actor de cine Ralph Fiennes se pone tras la cámara y coge la batuta de Director. En su ópera prima, nos trae la tragedia de Coriolano de William Shakespeare, adaptada a los tiempos modernos. Desde luego muchos de los lectores de la obra original están que se tiran de los pelos ante el trabajo de Fiennes, quien además interpreta al general romano Cayo Marcio, conocido por sus continuas victorias, apodado Coriolano debido a su exitosa campaña en la ciudad de Corioli contra el ejército Volsco, comandado por Aufidio, muy bien interpretado por Gerard Butler.
Este último debería trabajar más a menudo con Fiennes y otros directores que sepan sacar de él su enorme potencial, porque creo que es un actor que puede dar mucho más y no limitarse a los papeles de bruto. Cierto es que como romántico pega bastante poco, pero eso no quiere decir que deba estar limitado a hacer siempre papeles parecidos al de Leónidas de ‘300’.
Yo confieso que apenas he leído cosas de Shakespeare y por lo tanto soy un ignorante respecto al texto original de Coriolano. Así que me voy a limitar a contar solamente lo que a mí me ha sugerido esta cinta. De entrada, se nota que es el ejercicio de un director amateur, aunque muy prometedor. Creo que Fiennes ha encontrado un sitio en el que se siente muy cómodo, al igual que su predecesor en esta clase de epopeyas, Kenneth Branagh. A pesar de ser una propuesta de cine casi independiente, lo cierto es que está muy bien rodada y se nota que detrás de ella hay un trabajo duro. La batalla de Corioli está casi a la altura de una película bélica, y el primer enfrentamiento entre Marcio y Aufidio está muy bien hecho, sobre todo hay que destacar la estupenda interpretación de Fiennes, que una vez más se confirma como uno de los mejores actores que podemos encontrar actualmente. Refleja muy bien a ese hombre de guerra que es el general Marcio, alguien que no es un político y que está presionado constantemente por su ambiciosa madre Volumnia (interpretada por la gran Vanessa Redgrave) para que ocupe el cargo de Cónsul de Roma, lo cual desatará la tragedia.
El monólogo final de esta se quedará grabado a fuego en la memoria del espectador.
Como decía al comienzo, se ha hecho una adaptación, trasladando la tragedia a los tiempos actuales. De manera que nos encontramos una Roma asediada y dividida, que pretende ser un reflejo de la situación social actual de la crisis económica y de valores en la que estamos inmersos. Para muchos resultará un poco rara porque no sabrán lo que la película quiere contarles, y lo cierto es que Fiennes aquí quiere, además, no solo crear esa similitud de nuestra actualidad con la obra original, sino reflejar también un tema que está cada vez más extendido: el desprecio de las sociedades hacia sus héroes.
Ni mucho menos pretendo defender la figura de Coriolano, porque no deja de ser un soberbio y casi un dictador, pero el desprecio que la plebe le muestra cuando él habla de sus batallas y de la sangre que ha derramado por Roma, enseguida nos hace pensar el tratamiento que estamos dando a nuestros ejércitos.
La película se ha estrenado con dos años de retraso en nuestro país, lo cual me obliga a hacerme una pregunta: ¿Por qué?. No la fui a ver al cine, porque justo el mismo viernes también salía a la venta en DVD a un buen precio, así que la compré para verla en casa. Personalmente he disfrutado mucho con esta película y me ha impactado su poderosa historia. Esperemos que Fiennes siga dirigiendo porque le espera un buen futuro tras la cámara.
Colaboración especial de Ramiro González.
