Especial «JOBS». Diez películas sobre grandes emprendedores de la historia del cine

Por el estreno de «JOBS» este viernes 20 de septiembre, desde Cineralia hemos decidido destacar a los diez grandes emprendedores de la historia del cine.

En colaboración con IBC Centro de negocios hemos indicado aquellos aspectos que deben resaltar en todo emprendedor que quiera que su negocio o producto triunfe. También es una buena forma de desconectar, aprendiendo valiosas lecciones mientras se disfruta de algunas de las mejores películas de la Historia del Cine.

El ejemplo de la vida del co-fundador de Apple, Steve Jobs, nos ha inspirado; siendo un auténtico profeta para muchísimas personas que lloraron su muerte hace ya dos años. Así que procedemos a mostraros nuestra lista, la cual admite sugerencias de todos nuestros lectores y potenciales emprendedores.

– «Tucker, un hombre y su sueño» (1988):

La película dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada por el siempre correcto Jeff Bridges plantea  de forma clara la evolución del emprendedor, plasmando las diferencias entre la innovación y la tradición del empresario clásico. Podríamos haber añadido también «El aviador» (2004) de Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio, pero esta cinta se pierde demasiado en las excentricidades del Howard Huges. También es un claro reflejo de las consecuencias de pedir subvenciones al Estado.

– «La red social»

(2010): A través de la película de David Fincher vemos cómo se creó el gigante y padre de las redes sociales modernas, artífice de que toda empresa moderna necesite estar en ella para ser visible ante sus clientes y potenciales clientes. Todo el mundo conoce Facebook (tenga cuenta o no), pero aquí vemos cómo un joven estudiante lo creó. En la cinta se refleja que lo más importante era el objetivo, y no los medios, enemigos o amigos que dejara por el camino. Puede servir de ejemplo para establecer los límites que estamos dispuestos a sobrepasar con tal de triunfar.

– «Risky business»

(1983): La película protagonizada por un jovencísimo Tom Cruise nos cuenta la historia de un universitario que decide ofrecer una serie de servicios amparados en su buena reputación. La cinta es una buena vía para comprobar que el individualismo no siempre es bueno, siendo importante el trabajo en equipo y el optimismo.

– «El padrino. Parte I y II» (1972 y 1974)

Nada como la familia para gestionar un negocio. Este claro ejemplo del sueño americano (mejor ejecutado que en la reciente «Dolor y dinero») se transmite a través de un inmigrante italiano que se abrirá paso a través de las calles de Nueva York. Quitando los actos ilegales y de extorsión, la película es una buena inspiración en muchos aspectos empresariales, pero ni se te ocurra traicionar a la familia.

– «Full Monty» (1997)

Perfecto ejemplo de que perder un trabajo no es el fin del mundo, sino que puede ser el trampolín necesario para decidirse a emprender. Reflejo perfecto de las dudas del empresario novato, plasma a base de humor que tener esperanza y una actitud positiva puede ser fundamental para conseguir el éxito.

– «En busca de la felicidad» (2006)

Película de superación personal y sacrificio por excelencia, donde tener los objetivos claros y no rendirse se convierte en la llave del éxito. Nadie dijo que emprender fuera un camino de rosas, reflejándolo a la perfección la película de Gabriele Muccino. El personaje interpretado por un fantástico Will Smith sufre mucho, pero su esfuerzo se ve recompensado. Hay que destacar la escena donde el padre inculca una idea muy importante a su hijo, diciéndole que no deje que nadie nunca le diga lo que puede o no hacer, ya que puede lograr todo aquéllo que se proponga.

– «Piratas de Silicon Valley» (1999)

Hasta el estreno esta semana de «Jobs», ésta era la única aproximación del cine a la vida de Steve Jobs, narrando sus primeros años y luego su retorno a Apple, empresa que co-fundó. A pesar de sus libertades en cuanto a la veracidad de ciertos acontecimientos históricos, se trata de un gran entretenimiento. La cinta refleja las preocupaciones e intereses de dos socios muy diferentes, estando por un lado Jobs, centrado en el negocio y en vender, haciendo lo que sea para sacar adelante su idea. Mientras que Wozniak refleja el ingeniero preocupado más por el producto que por las ventas que pueda generar. Lo ideal para un buen negocio es la fusión de ambas mentalidades.

– «Iron Man» (2008)

Más allá de basarse en un exitoso cómic y ser un superhéroe, la historia de Tony Stark (interpretado magistralmente por Robert Downey Jr.)  refleja a la perfección al hombre que se ha hecho a sí mismo, resurgiendo de sus propias cenizas. El film demuestra que es fundamental la confianza y creer en uno mismo. Si tú confías en que tu producto es el mejor, no te será difícil convencer al resto.

– «Jerry Maguire» (1996)

Otra película de Tom Cruise se cuela en la lista (incluso podríamos haber añadido «Cocktail», también suya). En esta ocasión, Cruise es un agente de deportistas que es despedido, pero antes de irse decide llevarse a alguno de sus clientes, consiguiendo sólo uno y teniendo que usar a su madre de secretaria. Perfecto ejemplo de cómo es posible partir de cero y luchar contra las grandes empresas del sector, siendo también un valioso espejo de cómo hay que humanizar el trabajo y dar al cliente lo que de verdad quiere, y no lo que creemos nosotros que desean.

– «La lista de Schindler» (1993)

Nos hemos dejado la más dura para el final, siendo una de las películas más conmovedoras de la historia del cine (aunque Steven Spielberg nos provoca en exceso con la imagen de la niña del vestido rojo). Cuenta la historia de un hombre de negocios alemán (Liam Neeson), que utilizó la posibilidad de emplear judíos en la época nazi para salvarles del Holocausto. Claro ejemplo de que todos podemos cambiar y adaptarnos a los tiempos difíciles, sacando lo mejor de nosotros mismos, y que el crear empleo y ayudar a familias enteras debe prevalecer sobre el egoísta beneficio personal.

Esperamos que os haya gustado y os ayude a emprender y aprender de los aciertos y virtudes de otros, aunque sean personajes de ficción.

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