Crítica de ¡Rompe Ralph!

El próximo 25 de diciembre llegará a nuestras carteleras, «¡Rompe Ralph!», sí habéis leído bien, en esa fecha Navidad hay estrenos y que mejor que hacerlo con una película infantil, lo mejor para esas épocas de la mano de Walt Disney, haciendo de esta su película número 52 en su trayectoria cinematográfica.

Ralph vive dentro de su videojuego, pero no le gusta su rol de malo, quiere ser un héroe, y así tener más popularidad. Ya no le gusta su papel de chico gordinflón con fuerza, quiere pasase al otro bando. Y así de esta manera va pasando de juego en juego para conseguir puntuaciones y subir de nivel. Pero no se dará cuenta que se mete en una trampa y que no sabrá cómo salir, porque al final su fuerza se verá reflejada como inocencia pura, con todas sus inseguridades al descubierto mostrando su verdadera personalidad.

Sabemos que va a ser una de las películas navideñas de este años por excelencia, pero todavía quedan unos días para tener acceso a ella, ahora si queréis ser de los primeros en disfrutar de esta película aquí os dejamos una opción para pasar un buen rato con la proyección de la misma y con muchas actividades para todos de mano de nuestros amigos de Sensacine, todavía tenéis unos días para participar en este concurso.
Puede que no sea la persona más adecuada para realizar una reseña de una película basada o inspirada en videojuegos, pero al final aunque ese campo no le conozca y no practique no dejamos de hablar de una película de lo que nos trasmite y de eso si que puedo hablar.

Se inclina uno a pensar que esta película solo está dirigida a los más pequeños de la casa y sobre todo a aquellos le gusten los videojuegos, pero os aseguro que no es así, porque la que suscribe este texto no tiene ni la menor idea sobre ellos y disfrutó de lo lindo con la cinta, con lo que queda evidente que es para todo aquel que le guste el cine, la animación y divertirse con un buen guión pasado a la gran pantalla.

Caudal de emociones que se ven reflejadas en el personaje de Ralph, quien tiene una duda existencial de no saber lo que realmente quiere en la vida, si la que tiene que no se le antoja muy divertida o vivir cosas nuevas. ¿No creéis que eso nos pasa mucho en la vida real? que nos cansamos de lo que tenemos y buscamos nuevas experiencias; eso no está mal si por supuesto no se daña a nadie inclusive a uno mismo.

Una película divertida, cómica en escenas, brillante en sonido, imágenes y colorido, dinámica en su composición de historias y que engancha desde el minuto uno. Con personajes chispeantes, llenos de humor, de dulzura, carácter y trasmitiendo el querer vivir con alegría.

No ibais a dudar que Disney lanzaría una película sin mensaje, ni mucho menos, reflexión intrínseca en el guión que los adultos reconocerán perfectamente, y los niños no dudéis que meditarán a su manera sobre ello, incluso nos podrán sorprender con sus interpretaciones
En este mundo en el que todos los pequeños se ven reflejados en cualquier superhéroe o personaje que destaque tanto en unos dibujos animados o videojuegos, no dudo que es lo mismo que harán con Ralph; pero al final la moraleja les llegará a sus corazones y pasarán a interpretar como duendecillos que son, todo lo que le pasa y porqué le sucede al protagonista en la película, dentro de esa su cabeza que da más de lo que pensamos.

El director de «¡Rompe Raph!» es Rich Moore, curtido en series televisivas tales como «Los Simpson», «Futurama», «Drawn Together» o «The Critic», y que por primera vez se pasa a la gran pantalla con este largometraje de animación. Ha querido mezclar muchos videojuegos clásicos y estoy segura que los reconoceréis en la película. El personaje a mí personalmente me recordó a Shrek, por muchas características de la animación y de su personalidad, pero claro esto es un tanto subjetivo de cada uno.

Disney lanzará junto con la película su cortometraje de animación “Paperman” digirido por John Kahrs («Enredados (Rapunzel)»); excelente el visionado del mismo, engancha por su colorido neutro, por sus siluetas y su guión junto con una música cautivadora, un corto que trasmite optimismo e imaginación, tratado con una magnífica delicadeza.