Crítica de Séptimo. Ricardo Darín al rescate

Hoy viernes se estrena en los cines Séptimo, un interesante thriller protagonizado por Ricardo Darín. Esta es nuestra Crítica de la película.

Este es el año de Ricardo Darín en cuanto al género thriller comenzó el año con Tesis sobre un homicidio, una producción argentina, y este viernes 8 vuelve a nuestras carteleras con Séptimo de Patxi Amezcua, siendo en esta ocasión una propuesta española y la segunda del director.

Sebastíán (Ricardo Darín) y Delia (Belén Rueda) son un matrimonio recién separado, pero él todas las mañana recoge a sus hijos en la que antes era su casa para llevarles al colegio. Entre el padre y los hijos existe un juego, él baja por el ascensor y los niños por la escalera a ver quien llega antes, éste distraimiento no le gusta nada a Delia, y justo el día que ella les prohíbe que lo hagan, cuando salen de la casa el hijo se lo pide a Sebastián y él no se puede negar.

Lo que parecía un día normal y un juego inofensivo se puede convertir en toda una tragedia, cuando el padre llega abajo los hijos no han llegado y recorre esas escaleras en sentido contrario, pero no hay ni rastro de los niños en el edificio pero tampoco han salido del mismo, y ahí comienza la angustia de un padre desesperado por encontrar a sus hijos. A partir de ahí para él y para su ex mujer todo el mundo es sospechoso.

Puede que el ejercicio de contención que el director ha ejercido sobre todo en el papel de Belén Rueda no le vaya nada bien. El quería una actuación más pausada y menos alterada de lo que posiblemente el tema podría necesitar, pero a mi parecer eso es algo que en lugar de aportar más inquietud al personaje realmente le saca las debilidades que el espectador puede apreciar casi desde el primer momento que comienza la acción.

Esto me lleva realmente a que no me crea al personaje que Belén interpreta y por tanto en mi opinión la mayor carga emocional de los protagonistas de Séptimo recae en el papel de Ricardo Darín que con gran maestría y con su buen hacer solventa el papel y deja la película más o menos relevancia, pero ni mucho menos a lo que la temática y el guión podría haber llegado con algún aporte de más vitalidad en ciertas interpretaciones.

Es verdad que con la trama se genera suspense, porque no vamos a decir que durante la desaparición de esos niños no se cree nada de misterio, y ahí sí que ha habido una habilidad en el engranaje de las historias y es ver cómo cada uno de los personajes que van apareciendo, el portero, el vecino, los que están al otro lado del teléfono pueden parecer o no a primera vista culpable de ese secuestro.

En Séptimo, esas escaleras de subidas y de bajadas que tanto tiene que recorrer Darín aportan una visibilidad del agobio del padre, de la impotencia que se genera ante el paso de los minutos y que tan bien trasmite el actor, dándole un empaque perfecto a su papel, porque es tan creíble cuando está calmado como cuando está alterado, todo lo contrario a su partenaire que es creíble en la tranquilidad pero no me muestra emoción en su intranquilidad, y aunque sé que eso se ha querido mostrar así, no me llega, sigo pensando pasados los días de visionar la película y de la rueda de prensa que ha sido un fallo.

Patxi Amezcua en sus dos largometrajes ha tirado por el género thriller, y aunque hay que reconocer que se le da bien la temática puesto que los guiones también son suyos, me quedo con su opera prima 25 Kilates que me llegó mucho más el conjunto de la trama.

Aquí he de reconocer que por momentos aunque la ubicación era distinta pero tiene tomas que me recordaron mucho a Mientras duermes de Jaume Balagueró, aunque nunca se llega a crear la atmosfera de suspense de esa película.

Una Crítica de cine de Susana Peral.