Resumen VI Muestra de Cine Coreano

El jueves 14 de noviembre dió el pistoletazo de salida a este evento de cine la película Poesía, de la retrospectiva del director Lee Chang-dong.

Esta VI edición de la Muestra de Cine Coreano no dejará indiferente a nadie.

Pero es más, este segundo visionado que he tenido de Poesía me ha hecho disfrutar mucho más de diferentes matices y capas que se esconden soterrados en el fondo de los personajes, de los paisajes y de los diálogos a veces ausentes pero tan presentes en el guión. Un duelo entre la bondad y el egoísmo humano, que además encierra en el contenido de cada personaje el esconder las mezquindades humanas sin que salgan a la luz por el que dirán, y una denuncia no tan explícita a alguno organismos por ocultar lo mismo.

De ver su último trabajo pasamos a visionar el primero Green Fish con un contexto muy diferente en él, donde la mafia, la familia, el amor  y sobrevivir a los días que nos vienen por delante es el reto diario en el personaje. Pero sobre todo donde la familia y los sentimientos tienen un valor fundamental para comprender el desarrollo de las imágenes y lo que nos cuenta, sentimientos sumergidos en intereses de una vida cotidiana,  y encerrados en un corazón que no habla, que se paraliza por miedo a lo que su interior le cuenta.

Contar historias de las guerras pasadas en cada país es algo cotidiano porque todos los países tienen un pasado histórico al que no se puede renunciar para bien o para mal. Aquí en esta propuesta To the Starry Island donde Lee Chang-dong actúa como co-director, su mano se sigue viendo, pero la ejecución es distinta aunque la retórica de su discurso queda implícita no es tan evidente sobre todo en sus últimos trabajos. El desarrollo de ver como querer enterrar a un ser querido desencadena unos recuerdos y nos retrocedemos años atrás para saber el porqué y como todo sucedió. Es un desarrollo lento al que hay que estar  muy atento para no perder el hilo de las conexiones de las historias paralelas pero distantes que están en el guión.

Ahora si hablamos de una narración peculiar de este director nos tenemos que ir a prestar atención a Peppermint Candy porque el viaje de la historia va de adelante atrás para ver como el personaje sufre esa degeneración y comprender la razón de sus cambios y de su derrumbe personal. Ese tren que va marcha atrás como la historia es una pura metáfora que recrea parte de los acontecimientos atropellados, desbocados a un final caótico, pero que en este caso es el principio de la película.

Y para llegar a la sutileza en persona de esta muestra junto con Poesía nos tenemos que detener ante Oasis, guión que en primeros instantes te muestra una crueldad insuperable, pero que poco a poco todo se va por los derroteros más sentimentales y emocionales, dando rienda suelta a un amor poco entendido, pero bien vale los minutos que el director ha dedicado a ellos. Porque muestra como el amor no tiene barreras, donde las segundas oportunidades existen, y que si queremos somos capaces de dejar las discapacidades físicas y psíquicas de lado, para vivir el más puro de los sentimientos, el amor y el respeto.

Algo recurrente en muchos de los trabajos vistos son los traumas o las secuelas que los actos dejan en las personas. En Secret Sunshine me desvela un poco esto como la protagonista huye de un lugar sin saber el porqué, pero lentamente dejará sus matices y sus razones, pero un acontecimiento más duro llegará a su vida, la pérdida de su hijo que hará que el dolor no la deje ver, la ceguera emocional es tan grande que se dejará llevar por un acto la religión, pero todo durará lo que dura la pequeña cordura, porque entonces saldrán a flote lo que ya de antemano se preveía que sus palabras y actos estaban sopesados por un pasado posiblemente más cruel del que se muestra en pantalla y aquí el director nos deja la tarea de pensar o crearnos a nuestro antojo el pasado de este personaje.

Para finalizar la muestra Una nueva vida donde el director ejerce de guionista y productor. La historia a narrar es dura, pero visionado desde los ojos de una pequeña que sin saber muy bien la razón es abandonada por su padre biológico en un orfanato. Aquí el fondo está en los recuerdos y sobre todo y ante todo en las promesas que esa pequeña ha tenido de sus seres más queridos y no se han visto cumplidos, un desarrollo narrativo lento para disfrutar de cada fotograma de esa niña que te engancha con su mirada, que sin tener casi texto para ella te cuenta su dolor, el sentirse engañada y traicionada sin comprender si ella tiene alguna culpa por ello.

Si nos fijamos en los trabajos de Lee Chang-dong los silencios son grandes mostrando siempre algo de fondo, utiliza la naturaleza casi como un elemento fundamental, el agua, el aire, los paisajes, no son meros decorados nos incitan a pensar lo que lleva detrás de esas imágenes. Utiliza mucho la cámara fija para mostrar pequeños detalles que llevan implícitos mensajes muy vivos, en definitiva un cine que nos cuenta mucha realidad, casi siempre dura, mezclada con mucha metáfora que llega al espectador y siempre con una música que ensalzan las imágenes. Es un director sutil y meticuloso que mete el dedo en la llaga en temas delicados con denuncias sociales muy claras que no quedan expuestas directamente pero si implícitamente en el contenido de las historias, todas ellas muy humanas.

Hoy comienzan a proyectarse las siete películas en Madrid en el Cine Doré, Filmoteca Española y del 1 al 15 de diciembre en Barcelona, en la Filmoteca de Catalunya. Siguen estando las invitaciones para Madrid disponibles, para más información sobre ello y la programación aquí os dejamos de nuevo el enlace

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