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El director de cine Kevin Smith, responsable de la genial ‘Clerks’, al que no veíamos desde la irregular ‘Hacemos una porno’, se sumerge en el Psico-thriller religioso en un cambio completo de registro del que sale airoso por los pelos. Consigue la atmosfera adecuada, incluso perturbadora, pero cuando te convences de que lo ha conseguido la película descarrila para convertirse en un entretenimiento olvidable y poco gratificante.
Su experimento con las sectas, más que denuncia social, es un empeño en recalcar los defectos humanos con demasiadas dosis de moralina y con un ligero tufo a telefilm.
Tres adolescentes con las hormonas al rojo vivo contestan a un anuncio de una mujer madura que busca sexo. Los tres ávidos de nuevas experiencias sexuales se lanzan a la carretera para satisfacer sus urgencias libidinosas. Pero lo que empieza como una fantasía da un oscuro giro cuando se enfrentan a una terrorífica fuerza sagrada con una agenda pendiente fatal, una secta que busca limpiar el mundo de todo pervertido que lo pueble.
Esta historia inspirada en la figura real de Fred Phelps, el líder de un grupo religioso extremista que se hacía llamar la Iglesia Bautista Westboro, de inicio convence, incluso seduce. Su primer giro narrativo nos lleva a pensar en una opción más terrorífica, más alejada del thriller, e incluso nos lleva a imaginar una buena película, un completo acierto de Smith en su nueva aventura. Es solo un espejismo, la trama deriva en grandes discursos morales, con un guión no demasiado acertado, que sin ser malo es ineficaz y descuidado.
El reparto tampoco ayuda demasiado, Michael Parks, Michael Angarano, Kerry Bishe, Nicholas Braun, Kyle Gallner, un envejecido John Goodman, y la siempre cumplidora Melissa Leo, no deslumbran, están cumplidores en sus papeles y poco más.
‘Red State’ es una opción a ratos entretenida, a ratos soporífera, con algunos buenos momentos con garra, los menos. Una película olvidable, que aún así es el mejor trabajo de Kevin smith desde hace mucho tiempo.
Nota: 6.0
