Crítica de cine de la película «El Payaso».
Hay veces que las pequeñas propuestas cinematográficas encierran en sí mismas una pequeña gran joya para disfrutar, en este caso nos encontramos con “El Payaso” de Selton Mello, cinta brasileña que ya tenemos este fin de semana en nuestro país, sin otra intención que llegar al espectador como pequeño calado emocional y hacer reflexionar al mismo con búsquedas interiores que todos hacemos en la vida.
Benjamín (Selton Mello) y Waldemar (Paulo José) son padre e hijo y forman una pareja de payasos que viajan a lo largo y ancho de Brasil buscando las sonrisas del público con el Circo Esperanza de Brasil. Benjamin tiene un problema de identidad físico y moral, no tiene documento de identidad sólo posee una carta de nacimiento y de donde proviene pero poco más, un papel ya viejo que le genera una falta de autoestima y de dilema interior, ya que ni el mismo se encuentra ni se ve reflejado en ningún lugar, este hecho le hará replantearse si todo lo que está haciendo en la vida es lo quiere y si además lo hace bien. Saldrá en busca de una paz interior fuera de ese circo que tantas alegrías le dio en el pasado.
El guión de «El Payaso» contiene una base muy buena y no es otra que su temática: la busca de la identidad del personaje que no se encuentra bien consigo mismo y con lo que tiene a su alrededor. Falla un poco en el desarrollo de la historia más de una hora en contarnos el porqué de esa situación y si nos descuidamos cinco minutos para arreglarlo, los tiempos no están bien distribuidos uno no se encuentra a sí mismo y reacciona de ipso facto. Digamos que el desenlace es demasiado acelerado, pero es el único fallo que le encontrado al film.
Si no fuera por este hecho la película podría haber sido perfecta pues tiene todos los ingredientes para ello, una buena narrativa con la poesía como reflexión, con una buena fotografía, música y actuaciones sencillas pero a la vez complejas que llegan al espectador, y una buena presentación y despedida con unos créditos animados siendo muy originales y atrayentes y sobre todo con ese calidoscopio de fondo dando vueltas y más vueltas que te puede hipnotizar y enganchar.
Después del pase de «El Payaso» tuvimos la ocasión de disfrutar de una charla con el director que nos contó lo siguiente sobre su película:
“Es una manera de poder de hablar sobre identidad de una manera poética, es un rito de un pasaje de un payaso pero todas las personas se pueden sentir conectadas con él, porque es un dilema universal, algún pensamiento como ¿debo seguir lo que estoy haciendo o debo probar otra cosa? todo el mundo que está aquí puede pensar esto en un momento de la vida, es algo universal. Es una fábula sobre la identidad”.
“El payaso” está llena de metáforas que el director dice dejar a la libre interpretación del espectador para que ponga su imaginación a volar y decida, unos ventiladores, un calidoscopio todo girando y girando ¿nos querrá decir que todo gira y cambia o eso intentamos? No lo sabemos, cada uno que opine porque él no nos quiso decir lo que significaba para él, quiere que cada uno saque su propia interpretación al respecto, vamos todo un juego para nuestra imaginación e interpretación de los sueños en la vida.
Selton Mello se ha impregnado por todos los costados de esta película, ya que no sólo se ha ocupado de dirigirla, también ha participado en el guión junto con Marcelo Vindicatto, es el personaje principal y se ha preocupado también de estar como montajista de la misma, por lo que podemos comprobar en un trabajo muy personal suyo y que lleva su sello siendo esta su segunda película como director.
«El Payaso» obtuvo doce galardones en el Cinema Brazil Grand Prize 2012 y ha recorrido innumerables certámenes incluido el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva 2012 donde consiguió el premio a la Mejor fotografía, Premio del jurado y Mención especial dirección artística. En su país ha conseguido un éxito de taquilla teniendo un millón y medio de espectadores; y además fue el largometraje que Brasil escogió para representar a su país al Oscar (2013) en la categoría de Mejor película de habla no inglesa.
Una Crítica de cine de Susana Peral.
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