Avalon nos sorprendió con documentales como «Searching for Sugar Man» o «El Impostor», ahora nos trae «The Act of Killing».

Un excelente trabajo que viene abalado por Werner Herzog y Errol Morris como coproductores ejecutivos del filme y siendo dirigido por el estadounidense Joshua Oppenheimer.

«The Act of Killing» estuvo presente en la sección oficial de Largometraje Documental de Documenta Madrid 2013 consiguiendo dos premios: PRIMER PREMIO DEL JURADO y PREMIO DEL PÚBLICO AL MEJOR LARGOMETRAJE DOCUMENTAL.

En 1965 el general Suharto llegó al poder en Indonesia por un golpe de estado. Más de un millón de personas fueron ejecutadas en menos de un año por los llamados escuadrones de la muerte. Durante ese tiempo la corrupción e impunidad habitaba el país, y la indefensión a todo ciudadano de a pie era constante y sobre todo si era comunista o pudieras serlo.

Joshua Oppenheimer se ha documentado durante ocho años en Indonesia para recrear de forma veraz pero mordaz, porque no hay otra descripción posible, los hechos acontecidos durante esos años, y además ha contado con la colaboración de aquellos que fueron los ejecutores de los hechos.

Una forma totalmente distinta de denunciar una realidad, de dejar en evidencia que la crueldad del ser humano no tiene fin y que además incluso algunos son capaces de regodearse de lo que han llegado a hacer dándose la razón, justificando unos hechos injustificables, porque quitar la vida a alguien o meramente hacerles sufrir no tiene justificación ninguna, nadie es más que nadie en esta vida, y la razón verdadera ó única no existe, todo depende del cristal con el que se mire. Queda patente en el trascurso de los minutos que todos ven sus razones como lógicas y normales, y no ven que el contrario estaba sufriendo y luchando por unos ideales al igual que ellos.

Finalmente en «The Act of killing» uno ve un atisbo de vergüenza en esas personas, de remordimiento por el dolor creado a sus semejantes, que en verdad no les deja dormir, pero ya no es tiempo, ya no es hora, los hechos ya sucedieron y hay personas que no están para contarlo, y es algo que echo en falta en la película, la versión de la parte dañada, de la que fue sacrificada, aunque no estén estarán los familiares que lo padecieron como tal.

Hay momentos que el director ha decidido sacarnos de contexto para desdramatizar la temática y los protagonistas se lanzan a realizar un teatro que está fuera totalmente del género que se trata, del fondo de la cuestión, pero hace ver que incluso las personas son capaces de ridiculizarse por tener protagonismo, porque al fin y al cabo es lo que se ve en esos actos teatrales que se montan, buscar notoriedad. Todas las recreaciones realizadas tienen unos toques de cine negro, donde los personajes parecen matones a sueldo, que finalmente es lo que fueron.

Un montaje visual satírico, sin tintes humorísticos eso sí, y duro, digno de ver para no olvidarnos que tenemos en este nuestro mundo unas memorias historias crueles que aunque no siempre deberíamos tener presente, tampoco tendríamos que olvidar.

Con «The Act of Killing» desde luego no creo que nadie quede indiferente ante estas imágenes que te dejan clavado en el asiento y la única sensación posible casi es la indignación.

Una Crítica de cine de Susana Peral.