Murieron por encima de sus posibilidades. Un relato salvaje, caótico y surrealista

Una serie de personas que están desesperadas, que no pueden aguantar tanta corrupción y no soportan las injusticias que van sufriendo cada día.

Son varios ya los relatos que versan sobre la Crisis económica y sus consecuencias para los ciudadanos. Algunos lo hacen mejor, otros peor. En el caso de este film, diría que está en el medio. Tiene cosas positivas y cosas, bajo mi punto de vista negativas, aunque estas tampoco desmerecen el resultado final del film. Creo que esta puede ser una cinta de especial relevancia de cara a los Goya del próximo año, en cuanto a actores, guión y medios técnicos.

Porque el director Isaki Lacuesta hace un buen ejercicio con la cámara. Logra transmitirnos muy bien una idea fundamental que, creo, es la que subyace en el conjunto de la historia: no solo los políticos tienen la culpa de la situación actual en la que vivimos. Algo que se lleva repitiendo mucho tiempo. Desde luego, los planteamientos de esta película no son tampoco novedosos como mencionaba al principio. No es que los hayamos visto en cintas españolas, también en obras procedentes de fuera. Quizás lo realmente novedoso que tiene Murieron por encima de sus posibilidades, es que por primera vez, un director se atreve a ser muy políticamente incorrecto y a no tomar partido, ideológicamente hablando, por nadie concreto, sino que decide darnos una lección de realidad sin respiro.

Los personajes de esta película pueden resultar extremos. Al fin y al cabo, ese es el objetivo, porque esto va sobre una serie de personas que están desesperadas, que ya no pueden aguantar más con tanta corrupción y no soportan las injusticias que van sufriendo en sus propias carnes a diario. Estos deciden hacer algo, una revolución particular con la que dar una lección a las élites, políticos, banqueros, incluso, algún futbolista sale perjudicado. Este sería el resumen de lo que trata el film.

Estos personajes, están interpretados por actores geniales como Raúl Arévalo o Albert Pla, quizás este segundo sea el mejor actor de toda la película. Por otro lado, hay secundarios de auténtico lujo como Luis Tosar, Carmen Machi, José Coronado, Imanol Arias y algunos más.

Un relato salvaje, caótico, surrealista que desemboca en un desenlace aun más surrealista todavía. Por otra parte, es quizás en esta astracanada en donde puedan residir las flaquezas de la película. El ritmo de la misma es tan rápido que, por lo menos al que escribe esto, no le daba tiempo a percibir todas las cosas, entre otras algunos diálogos realmente geniales, y la duración del film que se agradece su hora y media, en esta ocasión se queda un poco corta, porque podría haberse alargado un poco más para así presentar mejor a los personajes.

Independientemente de todo esto, es una cinta que se deja ver bien y seguramente arranque unas cuantas carcajadas.