La situación política en Líbano es tan precaria -el país lleva desde noviembre sin ponerse de acuerdo para elegir presidente- que las autoridades creen que hasta la exhibición de una película puede llevar a la crisis.
Este es el argumento dado por las autoridades libanesas para prohibir en los cines del país Persépolis, la película francesa de animación que adapta a la gran pantalla la novela gráfica en la que Marjane Satrapi relataba su infancia y adolescencia en Irán.
La autora iraní dirige la película junto a Vincent Paronnaud, en la que relata las consecuencias de la Revolución Islámica de 1979 desde el punto de vista de una niña, la propia Marjane Satrapi, con el humor y la sátira como sus principales bazas.
Pero en Líbano temen que la cinta despierte las iras de Hizbulá y otros sectores más radicales del islamismo, por lo que finalmente han optado por censurar la película en las salas de cine.
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