martes , septiembre 17 2024

Un amor entre dos mundos. Original guión que transciende en un amor

Este próximo viernes llega a nuestras pantallas de cine “Un amor entre dos mundos” un drama romántico dentro de una historia de ciencia ficción que ha sido dirigida por Juan Diego Solanas y que será distribuida en nuestro país por Tripictures. En Cineralia te invitamos con nuestro Concurso al preestreno en Madrid.

El mundo se divide en dos partes el superior y el inferior,  la gravedad les separa. Adam (Jim Sturgess ) es huérfano y vive con su tía en el inferior, desde pequeño le ha gustado moverse por sus calles y casi, casi alcanzar la otra zona, la curiosidad le puede. Durante su infancia conoce a Eden (Kirsten Dunst ) una joven de la parte superior de la cual se enamora, manteniendo su contacto hasta la adolescencia, que es cuando les separan, pensando él que ella había muerto. Pero todo cambia cuando en un programa de televisión la vuelve a ver, y comprueba que no murió en el bosque como creía y que el amor de su vida sigue viviendo en esa parte vetada pero no imposible para él.

Imagen de "Un Amor entre dos mundos"

El comienzo te engancha mostrándote unas imágenes que recrean la descripción de la gravedad y la materia, parece que nos encontramos en una clase de ciencia y biología, con unos dibujos y unos gráficos explicativos estupendos y  muy  bien logrados, además de añadirle una  voz narrativa en off cautivadora, que hará que el espectador no deje de prestar atención a esa lección de naturaleza y sabiduría.

“Un amor entre dos mundos” contiene una excelente escenografía, con muy buenos decorados, paisajes y una fascinante música de fondo, todo un regalo visual y auditivo al mismo tiempo. La ambientación de la unión de los dos mundos, me hizo recordar a “Una historia interminable”, y los planos y paisajes utilizados en el mundo inferior con esas nieves y unas ciudades oscuras mostrando su pobreza me llevo en mi imaginación a cuentos navideños y sobre todo a historias de Dickens.

Es chocante, pero reconfortante, que en una película de ciencia ficción tomen tanta relevancia los libros antiguos porque en todo momento tanto en la introducción como luego en el desarrollo de la trama todos los libros que aparecen parecen sacados de muchos años atrás, de poseer algo simbólico, y viendo que se guardan con tanta pulcritud y como si de un tesoro se tratase, les da más importancia aun si cabe, aunque en sí la historia es futurista e innovadora. Llama la atención, pero alegra ver que algo que significa cultura y educación esté siendo dotado de un papel tan fundamental y de trasfondo con mensaje de enseñanza de fondo.

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El desarrollo es un tanto lento y con diálogos poco sólidos pasados los veinte primeros minutos. Lo único consistente es la historia de amor duradera en el tiempo pero con actores que no llegan a empastar entre ellos ni a llenar la pantalla, sobre todo el segundo tramo. Los decorados, los fondos y el conjunto de la película puede con las interpretaciones, la calidad escenográfica es bastante superior a la interpretativa.

El guión de “Un amor entre dos mundos”  no se queda meramente en el aspecto de plasmar un amor en un mundo futurista e imaginativo si no que desvela, como no, la diferencia de clases y de poder existentes entre esa barrera que separa los dos mundos el superior y el inferior, no hace falta que os diga cual es cual, la palabra lo describe por sí misma,  no hay dobleces.

Como tampoco las hay en el mensaje que nos mandan del tema laboral cuando en el trabajo un empleado es despedido sin contemplaciones después de llevar treinta años en la misma empresa y ya no sirve, ¿os suena de algo?, Los guionistas Juan Diego Solanas y Santiago Amigorena han pasado la frontera de la cruda realidad a un mundo de ciencia ficción que tampoco es tan de ensueño como se pudiera desear. Existe una crítica bastante constructiva para el mundo en el que vivimos, no es otra que una reflexión sobre los cánones de belleza establecidos por esta sociedad tan materialista que tenemos y que se muestra en el mundo superior pero aprovechándose de los conocimientos y materia del inferior.

Crítica de cine de Susana Peral.

 

 

 

 

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