Los Canallas. Un thriller excesivo y finalmente desagradable

Este fin de semana se estrena Los Canallas (Les salauds) de la directora francesa Claire Denis de la mano de Golem Distribución, la película se presentó en la sección oficial del pasado Festival de Cannes.

También ha estado presente a concurso en el Festival de Sevilla.

En Los canallas Marco Silvestri (Vicent Lindon), es un capitán de un carguero, que tiene que abandonar temporalmente su trabajo y volver a París para ayudar a su hermana. Su cuñado se ha suicidado y a raíz de ello la hija ha tenido que ingresar en un hospital psiquiátrico. Su hermana culpa de todos sus males a un gran empresario Edouard Laporte, pues les había dejado dinero para mantener su negocio y ha sido su ruina personal. Marco después de ver la situación de su sobrina, decide vengar a su familia encontrando la debilidad de Laporte, que no es otro que Raphaella (Chiara Mastroianni), amante y madre del hijo del empresario.  A partir de ahí surge una investigación por su parte para conocer los hechos acontecidos para que su familia llegase a esa situación y todo el mundo involucrado en ello.

Es un tema tan turbio el que rodea al guión de Los canallas, que no se hace para nada agradable de ver, sobre todo porque en el trascurso del metraje, en el cuál cuesta entrar en la historia pues todo va muy deslavazado, va dejando algunas pistas de lo truculento y perturbador del asunto, para finalmente dejarnos con una imagen final de mal cuerpo total, innecesaria.

Bien es verdad que la directora indaga a fondo en los recovecos del ser humano con respecto a la venganza, el poder y los bajos instintos, dejando de lado los sentimientos que parecen no tener cabida en ninguno de los personajes, a priori, aunque uno entiende que sí que hay alguien que los tiene pero no los muestra.

Los canallas, es un enjambre de pasiones, de bajos instintos sexuales atizados por el poder y por la venganza sin medir las consecuencias, donde los sentimientos no tienen cabida, pero si lo tienen el enganche y la dependencia de una u otra manera.

Al final todo queda expuesto en imágenes dejando al descubierto la frivolidad de muchos ante los contrarios, incluso ante los de su misma sangre, es un tanto cruel lo que se plasma aunque no quiere decir que no pase.

Pone también en bandeja un debate, si todo vale para llegar a los límites que uno quiere. Todos los personajes esconden algo que les hace parecer inmunes pero al mismo tiempo débiles, pues los secretos son en muchas ocasiones armas de doble filo, y en Los canallas, creo  que inclusive hay un secreto que no se llega a mostrar pero que queda de soslayo, y no es otro que algún que otro oscuro pasado del protagonista que ha influido en su presente.

No puedo destacar ninguna de las interpretaciones, pues me dejaron fría, no me llegaron ni me trasmitían complicidad, pero también puedo llegar a pensar después de ver cómo está planteada la temática en sí, tan fría y dura, que sea algo que se busque en sí, no empatizar con ninguno de los actores ni que ellos tengan feeling entre ellos, que sea la indiferencia un argumento más para plasmar situaciones difíciles de entender y que cuesta pensar que se pueda llegar a ellas.

Y vuelvo a repetirme, sí, pero creo totalmente innecesario escenas que me muestren una aberración tan grande como queda expuesta en el final de Los canallas cuando el contenido anterior ya lo ha plasmado y nos ha llegado el mensaje, innecesario recrearse en ello, al menos para mi gusto, hay que dejar que el espectador imagine pero que no sufra tanto.