El viaje más largo. El amor requiere sacrificio

Nicholas Sparks es ya un escritor best-seller consagrado. Todos recordamos El Diario de Noah, quizás la novela que lo encumbró a los estándares de las tragedias románticas.

Un género en el que se ha especializado, porque de ahí no sale. Ha encontrado un camino hacia el éxito y lo va a explotar hasta que el público decida que ya no quiere más.

Por supuesto que todas sus obras tienen un target muy específico; podríamos hablar de chicas jóvenes de 13 años para arriba, es decir, madres e hijas. En los últimos años hemos visto varias cintas que adaptan sus obras como Querido John, la muy reciente Lo Mejor de Mí, y esta semana llega una nueva entrega: El Viaje Más Largo. Siguiendo un esquema habitual en él, encontramos dos historias de amor que transcurren en tiempos distintos, pero que guardan cosas en común.

Tengo que decir que esta película me ha gustado, quizás es la que más me gusta de Sparks desde el Diario de Noa o Noches de Tormenta, y la razón es muy sencilla; aunque se pueda pensar que es un producto puramente juvenil, tampoco lo es del todo. Y desde luego que tiene una historia muy atractiva y unos actores jóvenes que, en el futuro, podrían dar mucho más de sí. Me ha gustado porque se ve muy bien, es agradable y tiene cosas que la hacen atractiva.

Ya saben los que me leen con cierta asiduidad que me gusta ser lo más meticuloso posible con las valoraciones que hago de las películas. Soy de los que valora tanto lo positivo como lo negativo para poder llegar a una mejor conclusión final.

¿Qué es lo negativo que tiene esta peli?

Yo diría que cosas que, al final, tampoco tienen tanta importancia. Por un lado, podría ser la duración, quizás en menos de dos horas se habría podido contar dicha historia; por otro lado, y esto no es más que una muy humilde opinión personal, el relato de Luke y de Sophia se me antoja muy típico y quizás algo estereotipado. Desconozco cómo es la novela original, pero posiblemente hubiese sido mejor no hacer una adaptación tal cual, sino algo más libre, escoger la historia secundaria que para mí es sin duda, lo mejor que tiene el film.

La historia de amor de Ira y Ruth es una de las más bellas que me han contado últimamente. Narrada por un Ira envejecido a través de sus cartas, interpretado por un magnífico Alan Alda, tengo que decir que me ha emocionado en numerosos momentos de la narración. Como el anciano Ira dice, “el amor requiere sacrificio”, y es que él y Ruth no lo tuvieron fácil para vivir juntos toda su vida. Una enseñanza que transmite a Luke y a Sophia, dos personas que proceden de mundos totalmente distintos. Ambos tendrán que hacer sacrificios para que su relación funcione.

Dicho así puede parecer algo típico o superfluo, el que escribe no opina igual. Creo que es un mensaje clave para los tiempos actuales donde la juventud, a nivel general, desconoce lo que es el compromiso y lo que es tener una relación auténtica basada en el amor y el respeto, tiempos en los que predomina la cultura del rollo esporádico vacío de sentimientos puros.

Podrá estar mejor o peor escrita, podrá ser cursi como dicen algunos, pero hay algo muy cierto, y es que Nicholas Sparks escribe historias con significado y que tienen cierta importancia frente a panfletos que desprenden hormonas adolescentes sin ningún tipo de calidad. Una buena fotografía, una buena banda sonora complementan esta experiencia, de las más agradables que se pueden tener.