Crítica de Les Combattants. Un canto a la fidelidad, a la amistad y al amor

No pueden faltar en nuestras carteleras propuestas de nuestro vecino país galo, en esta ocasión el próximo día 7 de agosto nos llega el primer largometraje de Tomas Cailley.

Les Combattants fue la gran triunfadora de la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes del 2014.

Además el film viene abalado por la buena taquilla de su país y por las nominaciones que tuvo en los Premios César, obteniendo finalmente los galardones a Mejor Ópera Prima, Mejor Actriz y Mejor Actor Revelación.

Arnaud quiere en este verano tan relevante para su familia, por sus pérdidas personales, echarles una mano en su negocio familiar y así sentirse útil y que no tengan que buscar fuera del hogar el apoyo que necesitan. Una noche conoce a Madeleine y su fortaleza le atrae, pero ella es distante y un bloque de hielo, como si fuera inmune a los sentimientos. Como si el destino les tuviera preparado una cita, en su primer trabajo Arnaud se encuentra con su Julieta particular, Madeleine, pero solo recibe desprecios. Ahora para acercarse a ella, se unirá durante unos días a unas clases del ejército donde ella está loca por entrar.

Tomas Cailley diseña la creación de una relación desde sus cimientos, desde el acercamiento y el rechazo sin razón, desde la insistencia por la atracción física y, como no, la que no se puede ni explicar, desde las locuras por la conquista del contrario, aunque se dé contra una pared, vamos que lo que muestra es la perseverancia en la adolescencia, donde muestra que el amor puede aparecer mucho más allá de lo físico y las hormonas, aunque todo influya.

Choques de comportamientos de los personajes, los pueriles que ya no son propios de su edad, y los que enfocan una madurez incipiente que bordea los sentimientos y muestra el pasado y lo que puede haber influido para ser así. En esas formas dispares de personalidades están fusionadas su educación y su bagaje personal, los avatares del destino de unos y lo fortuito de otros.

Contiene una gran lección de humildad y de vida, pues el guión señala en diversas ocasiones que la facilidad en la vida no es algo que sea beneficio en todo momento, si no que las trabas por el camino, hace de los tropiezos y las malas experiencias una meta y una formación al unísono.

La música que tiene el film impregna todo el metraje de una gran vitalidad y de un fondo que le da mucho más énfasis a todo lo que rodea a los personajes, a ese enigma que les marca, a lo que puede o no pasar, y desaparece como por arte en los momentos con mayor intensidad donde los diálogos cobran el mayor de los sentidos.

Al final con el paso y el poso de los días y después de saborear la película, con la calma que requiere, uno se da cuenta Les combattants es un canto a la fidelidad, a la amistad, al amor y a uno mismo, arriesgando lo que sea en el camino.

Una buena propuesta cinéfila para este verano, que no debe pasar desapercibida.