Crítica de Cuerpo de élite: Loca Academia de policía + Ocho apellidos vascos

Floja comedia que fracasa en su afán de reírse de las peculiaridades regionales de España y solamente brilla en unos cuantos gags.

Mezclen un poco de Loca academia de policía con un buen chorro del humor de Ocho apellidos vascos y unas gotas de Misión imposible. El plato cinematográfico resultante se parecería mucho a Cuerpo de élite.

Los guionistas Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, responsables de los libretos de la simpática Promoción fantasma y la menos reivindicable El club de los incomprendidos, pretenden ofrecer una parodia de las películas de grupos especiales y agentes de la ley combinada con una sátira acerca de la situación política y territorial de España. Lástima que sus buenas intenciones no se vean reflejadas en el producto final.

Su mofa de las peculiaridades regionales y los tópicos que giran alrededor de los habitantes de cada territorio de España no pasa de ser obvia, infantil y sumamente inofensiva. Tampoco su referencia al incidente de Palomares va más allá de lo meramente anecdótico.

No obstante, es cierto que algunos de los gags que pueblan esta floja comedia funcionan, aunque no lo hagan a pleno gas. Su alusiones a los típicos traumas de los policías resulta muy acertada, pero se echa un poco de menos que no se haya aprovechado más.

Lo mismo se puede decir de las referencias a la virilidad de los vascos y la relación de uno de los miembros del equipo con el que fuera uno de sus enemigos, dos aspectos interesantes en los que no se ahonda demasiado.  El resto de los sketches hilados con una trama ridícula no va más allá del chiste fácil más o menos burdo. Algunos, como el que utiliza como banda sonora Un año más de Mecano, provocan vergüenza ajena.

No ayuda demasiado a elevar el nivel general la televisiva realización de Joaquín Mazón, director de episodios de series como Allí abajo y Con el culo al aire, incapaz de inyectar energía y fuerza a un filme comercial que se queda a medio gas en casi todo.

Ni siquiera el reparto de Cuerpo de élite, repleto de cómicos procedentes de la pequeña pantalla, acaba de funcionar a pesar de los esfuerzos de Miki Esparbé, María León, Andoni Agirregomezkorta, Silvia Abril o Pepa Aniorte por lograr las sonrisas del público.