Crítica de Yesterday, ¿Sueño o producto?

El producto ahora mismo es algo tan cotidiano en nuestro sistema de vida que nos invade, que la palabra no nos parece rara escucharla en cualquier contexto. Ya poco nos resulta original, todo parece prefabricado y sin frescura, y por ello el marketing es algo cada vez más en auge, somos carne de cañón de entrar en la vorágine de lo sin esencia.

Danny Boyle quien destacara hace veinte años con Slumdog Millionaire, poniendo en pantalla grande lo que ocurre en un programa de televisión, ahora en Yesterday refleja la industria musical y sus entresijos, dejando ver como los sueños se topan con la realidad, de ser lo que solo quieren que se sea en el mercado.

Jack es un compositor que no ha tenido suerte, pero Ellie su amiga desde la infancia es la pura perseverancia como manager. Una noche tras una triste actuación Jack decide que no volverá a subirse a un escenario. Esa misma noche hay un apagón global y tiene un accidente, cuando está recuperado se da cuenta que el resto del mundo no conoce ninguna de las canciones de Los Beatles y que el grupo no ha existido. Así que él verá en ello una oportunidad para darse a conocer, sin saber los entresijos de la fama y la popularidad.

La cinta comienza con buen ritmo, pero a mitad de metraje pierde fuelle, la trama se ve venir, tan previsible como tópica y típica, introduciendo algunos toques de humor y cierta gran denuncia de la manipulación del mundo artístico, pero poco más. Muchos podrán pensar que el título y la música es todo un homenaje a un grupo musical, pero es un mero hilo conductor para tratar otras partes del ser humano y de los sueños de la propia vida.

Es verdad que se nota la mano del director, que hace de la televisión y la manipulación de la misma y de la industria musical, una forma de exhibición y de guion donde finalmente predomina la subtrama que se ve incipiente en los primeros minutos y que poco a poco coge fuerza, esa comedia romántica que acaba por ser la gran protagonista de Yesterday.

Yesterday aboga por la amistad, por la verdad y por la naturalidad, aunque realmente sea lo que no se vea en pantalla, es una forma de denunciar como los proyectos de muchos cantantes, actores o cualquier persona que forme parte del mundo escénico, puede perderse al entrar en el mundo de lo comercial y lo vendible.