The Pelayos. Que siga girando la ruleta.

Este pasado viernes se ha estrenado en nuestros cines ‘The Pelayos’ dirigida por Eduard Cortés, nosotros la semana pasado tuvimos la oportunidad de ver esta película gracias a Sensacine y Sony; mis agradecimientos a ambos por la facilidad que nos dais para poder ver y disfrutar del cine.

Esta película ha sido la encargada de abrir la edición número 15 del Festival Español de Cine de Málaga, teniendo una muy buena acogida entre los asistentes.

La historia está basada en el libro “La Fabulosa historia de los Pelayos” y en la vida real de la familia de Gonzalo García-Pelayo. Familia que ganó en los años 90 varios cientos de millones de pesetas en ruletas de todo el mundo, utilizando un método que el propio patriarca descubrió y que tiene que ver con pequeños fallos físicos del mecanismo de la máquina y así producir un leve movimiento que haga que la bola recaiga siempre en los mismo números.

Para ello Gonzalo (Luis Homar) necesita a más gente y que mejor que sean de la familia, para que todo quede en casa. A través de su hijo Ivan (Daniel Brühl) reúnen al resto de la familia que hacen una piña para llevar a cabo el método y así poder desbancar a los casinos, pero eso sí, antes se tendrán que enfrentar a La Bestia (Eduard Fernández).

El film comienza con un ritmo trepidante y recordando mucho al cine negro y un poco al mundillo del gánster que siempre ha estado muy unido a los casinos, no sólo por las imágenes casi en blanco y negro, sino también por la música y el vestuario de alguno de los personajes. Pero el vestuario es algo a tratar un poco más adelante ya que el de uno de los personajes no se puede dejar pasar, vamos que no pasa desapercibido.

El caso que los diálogos, personajes, historias paralelas que existen enganchan, pero para mí lo peor de la película son los altibajos de ritmo que tiene. Cuando parece que la cosa va a ir mucho más dinámica y animada vuelve a tener otro parón y es eso lo que hace que la cinta desmerezca un poco.

Las actuaciones de todos los actores son dignas de mención, el director Eduard Cortés (‘La vida de nadie’) ha sacado lo mejor de cada uno de ellos. Sencillamente deciros que hay una escena que se enfrentan los personajes de Eduard Fernández y Luis Homar con una discusión y con unas miradas que son de aplaudir y de grabar en nuestras retinas, impresionante ni se inmutan los dos, sólo se comen mutuamente con la mirada, grandes ambos. Creo que por las interpretaciones salva los papeles la película, si no se me quedaría en floja.

El punto cómico lo pone en todo momento el personaje de Balón (Vicente Romero), que tiene un papelón de persona humilde, simple y de no querer cambiar su vida, pero que se finalmente se une a toda la familia en la trama que quieren hacer, y le da ese puntillo gracioso sin querer hacerlo, porque él no se ríe pero lo dice todo con esa seriedad que te hace reír. Tiene un personaje además tierno, que nos muestra un lado de la sociedad actual, con las preocupaciones laborales y familiares típicas que puede una familia tener en estos tiempos de crisis.

Y como no podía faltar, tenemos al guaperas de turno, Alfredo, que en este caso no podía ser otro que Miguel Ángel Silvestre, que en las primeras imágenes nos lo desmitifican un poco por salir en ropa interior no muy sexy que digamos, pero claro a los dos segundos nos muestra su tableta de chocolate y claro chicas todo cambia. Pero ahí no queda eso, finalmente se nos cae el mito, su vestuario es el que no pasa desapercibido, que camisitas, estampadas, floridas y hermosas, bueno que son difíciles de mirar como se suele decir, y además con un deje macarra que no le hemos visto anteriormente. Y como no puede cambiar en casi todas sus películas es el ligón de turno, me gustaría que le cambiasen un poco su papel, para ver que más nos puede mostrar como actor.

Desde luego que el director no podía haber elegido mejor como actor principal a Daniel Brühl, me encanta su voz y aquí la utiliza durante todo el metraje en off. Es una voz sensual y calmada, que engancha para la audición a los espectadores. Y por supuesto que su actuación está a la altura de las circunstancias teniendo en cuenta a quien tiene a su lado, Luis Homar, con el cual ya ha tenido el privilegio de actuar en ‘Eva’.

Posiblemente lo que unido a las interpretaciones haga que la película sea más o menos aceptable es la música que utiliza, tiene muy buena complicidad con el tema que se trata en la trama y se nota al poner cada una de las canciones con lo que en ese momento está sucediendo, de esto es responsable Micka Luna. También destacaremos al director de fotografía David Omedes, que cumple muy bien su papel, el montaje inicial en tonalidades negras es francamente bueno.

He de decir que hay un par de gazapos de bastante consideración, hay una escena en la cual Miguel Ángel Silvestre entra en uno de los casinos con una camisa y al salir al terminar de jugar sale con otro totalmente distinta y hablamos del mismo día. Y se nota mucho por el tipo de vestuario que lleva el protagonista, un fallo la verdad. En la misma escena hay algo parecido con la actriz Blanca Suárez, en el casino está con unos pendientes y al salir tiene otros totalmente distintos.