La nueva sensación de la animación es «Epic: El Reino Secreto», de la productora y el director de la estupenda «Ice Age: La Edad de hielo».

La película da una vuelta de tuerca a la interminable y eterna batalla entre los buenos, las fuerzas del bien, encargadas de mantener y conservar la vida, y los malos, las inevitables fuerzas del mal, que pretenden destruirla.

Mary Katherine (Amanda Seyfried), que prefiere que la llamen MK, es una adolescente que intenta, a petición de su madre, reanudar la relación con su alocado padre el Profesor Bomba (Jason Sudeikis), un despistado científico cuya verdadera obsesión no es la familia, sino descubrir una diminuta sociedad secreta que permanece oculta y habita en lo más profundo del bosque.

Esta idea a MK le parece disparatada hasta que, previsiblemente y por casualidades del destino, es miniaturizada y transportada a ese universo secreto en el que no cree. Un reino donde se está librando una batalla por el futuro del bosque entre los defensores del mismo, los Hombres Hoja y los destructores y oscuros Boggans.

Si bien la película no llega a ser épica, resulta una propuesta tan entretenida, una oferta tan adecuada para todos los públicos, que rechazar la posibilidad de disfrutarla con los más pequeños de la casa puede resultar algo imperdonable. Si la elección es una buena película sin niños, en la cartelera hay opciones mejores.

«Epic» transcurre a caballo entre la genialidad de sus aciertos, de su artesanal animación y su ligera sensación de falta de estilo propio, de nadar entre demasiados adornos innecesarios, e intrascendentes dilemas familiares.

Con los diferentes personajes pasa algo parecido, unos resultan adecuados y trascendentales para la trama, para el desarrollo de la aventura y además están diseñados de manera acertada, y otros son simple relleno argumental, poco acertados en su diseño, cómplices de que la película termine dejando una sensación final de olvido, de poco perdurable en la memoria.

Una propuesta cinematográfica animada repleta de aciertos, que pese a sus errores, se convierte en un valor seguro para los públicos de todas las edades. Una interesante película para disfrutar con nuestros retoños.

Una Crítica de cine de Rafael Calderón Luna. Nota: 6,4.