Crítica de Ventajas de viajar en tren: escuchar no siempre es comprender

Hoy en día todo el mundo dice que escucha, pero ¿entiende o comprende lo que está contando o narrando la otra persona? Es difícil sacar mucho más de lo que es evidente, buscar detrás de las palabras o de la mera imagen se me antoja complicado. Lo que no veo difícil es juzgar al que tenemos en frente, sin pararnos a pensar lo que esconde su historia.

Ventajas de viajar en tren, busca varios aspectos del género humano, comprensión, respeto y los límites que cada persona tiene con respecto a los demás. Hay muchos estereotipos marcados en el guion, al mismo tiempo que las historias se fusionan con un personaje denuncian las exclusiones sociales que pueda cruzarse en cada apartado.

Helga, escritora venida a menos, vuelve a su casa, después de internar a su marido en un psiquiátrico. En el tren, en el asiento de enfrente, tendrá como compañero de viaje a Ángel Sanagustín, que resulta ser uno de los psiquiatras de la clínica que acaba de dejar, y ese facultativo está investigando los trastornos de personalidad por los escritos de los mismos pacientos. Durante el viaje le contará la historia de Martín Urales de Úbeda, un paranoico que se encuentra obsesionado con la basura. Ese viaje serán varios viajes donde Helga volverá a pensar en lo ocurrido con su marido, y volverá a escribir por medio de esas historias que le ha contado Ángel y que ha leído en los historiales que el médico se dejó en el tren.

Pero al mismo tiempo el guion de Ventajas de viajar en tren posee la carga de la denuncia de aspectos sociales que se ven consentidos por el poder y que siempre perjudica al de a pie y desfavorecidos. Por lo que la película aborda lo que puede llegar a ser la libertad, en toda su extensión, siempre y cuando no se perjudique ni abuse de un tercero, tanto en el terreno emocional, físico o económico.

Bien es verdad que la narración por momentos bordea lo brumoso y lo peor del ser humano, pero no hay que dejar de lado que la realidad es mucho más fuerte que la ficción.

Aritz Moreno ha hecho un doble salto mortal saltando del cortometraje al largometraje con la adaptación literaria de Antonio Orejudo con guion de Javier Gullón. Ventajas de viajar en tren, no es un acto fácil de comprensión, pero si es un acto de reflexión ante lo que se nos pueda plantear complejo y distante a cada uno, pero que está ahí, y que es respetable dentro de los límites del respeto y la tolerancia.

Una gran reparto Luis Tosar, Ernesto Alterio, Pilar Castro, Belén Cuesta, Macarena García o Quim Gutiérrez entre otros, que abandonan esos clichés que a veces la industria les impone de la comedia, para adentrarse en personajes con mucha enjundia, mucho que contar y que dar a pensar al espectador. Unas actuaciones que aunque parezcan extravagantes o excéntricas por momentos están rebosantes de historias cotidianas que no siempre son fáciles de asimilar.