Crítica de ‘Predator: La presa’. Eficiente película de supervivencia con monstruo

Las franquicias suelen sufrir el agotamiento de sus tramas según se suceden las diferentes secuelas. Es el caso de la iniciada en 1987 con Depredador, el clásico dirigido por John McTiernan. La película mezclaba con habilidad el cine bélico, el de aventuras o la ciencia-ficción con la habitual destreza del realizador norteamericano. El éxito en taquilla produjo una continuación, donde volvían aparecer la especie alienígena cazadore de la primera, aunque ambientando la acción en una ciudad (Depredador 2). A pesar de la decepción la serie se prologo con dos crossover con la saga Alien (Alien vs. Predator, Alien vs. Predator 2) y una nueva entrega, Predators, que ambientaba la fechoría de los monstruos en una isla.

Predator: La presa, el largometraje estrenado directamente en la plataforma Disney+, pretende dar un impulso nuevo optando por la sencillez. Dan Trachtenberg, responsable de la recomendable Calle Cloverfield 10, se basa en un guion escrito Patrick Aison para ofrecernos una película que combina elementos de western, cine de aventuras, ciencia-ficción y filme de supervivencia.

Uno de los grandes aciertos del filme, que sería una precuela de la primera cinta de la saga, es su personaje protagonista: Naru, una joven guerrera apache que quiere luchar con los hombres de su tribu y no limitarse a las tareas del hogar que normalmente realizaban las mujeres de su pueblo en el siglo XVIII. Ella demostrará su valor e inteligencia al ser consciente que las extrañas muertes de animales y un inusual resplandor en el cielo están relacionados. Amber Midthunter, la actriz encargada de darle vida, aporta arrojo a esta chica capaz de arriesgar su vida por eliminar a un monstruo aparentemente invencible.

Los responsables del largometraje aciertan al optar por un trabajo donde el predador del título no es la única amenaza a superar. Naru se tendrá que enfrentar también al hombre blanco, los animales del bosque o las arenas movedizas, entre otros peligros.

Trachtenberg dirige con pulso las escenas de acción y aprovecha la bella fotografía Jeff Cutter para sacar provecho de los bellos paisajes naturales que sirven como decorado al filme. Quizá Predator: La presa no sea el colmo de la originalidad, pero resulta más efectiva que la mayoría de las cintas de la serie iniciada por John McTiernan.