Premios Goya 2015. La Isla Mínima la gran triunfadora

La película de Alberto Rodríguez fue la gran vencedora de una gala que se convirtió en un plomazo insufrible pese a los intentos de Dani Rovira por revitalizarla.

Esta claro que tienen que cambiar muchas cosas en nuestro cine, desde una salvadora bajada del IVA (Ya va siendo hora ministro Wert), hasta el cambio de los miembros del jurado que deciden de manera incomprensible y supongo que partidista que película es la elegida para representarnos en los Premios Oscar (Pero alguien recuerda que la elegida este año fue Vivir es fácil con los ojos cerrados), e incluso los encargados de decidir que la ceremonia de ayer tenía que durar 3 horas, con discursos insufribles y actuaciones fuera de lugar.

Pero una de las cosas que no es necesario cambiar es la calidad y la ilusión de actrices, actores, directores, guionistas, maquilladores, y todo el resto de la gran comunidad de la familia del cine español que año tras año se dedican en cuerpo y alma a intentar cumplir su sueño, el milagro de triunfar en este mundo tan difícil.

Anoche ese sueño se vio recompensado, en parte, con la entrega de los Premios Goya 2015, unos galardones que condecoran a lo mejor de nuestro cine en los últimos 12 meses. La velada presentada por un simpático Dani Rovira (Que además se llevo el Premio Goya a mejor actor revelación) resultó ser un auténtico ladrillazo de 3 horas de duración, pese a los intentos del maestro de ceremonias. Los discursos insufribles y los eternos agradecimientos lastraron sin piedad cualquier intento de Dani por entretenernos, por hacernos amena la gran noche del cine español.

Los académicos deberían, desde hoy mismo, acudir a la grabación de la Gala de los Premios Feroz para entender lo que supone dirigir y guionizar una ceremonia amena y acertada tanto en duración como en unos discursos mucho más cortos y agradables.

Volviendo a la entrega de premios la gran vencedora de la noche fue la gran favorita, La Isla Mínima, que se llevó 3 Premios Goya de los importantes, el de mejor película, mejor director y mejor actor, sumando en total 10 cabezones.

La otra gran triunfadora de la noche fue Ocho apellidos vascos, con sus tres galardones de cinco nominaciones, pero tres que supieron a gloria para sus protagonistas. El niño se tuvo que conformar con 4 premios Goya de menor categoría y la gran derrotada de la noche fue Magical Girl de Carlos Vermut.

Del resto destacar el emocionante Goya de Honor para Antonio Banderas, y el beso de Dani Rovira con su chica, Clara Lago, a la que dedicó su Premio Goya. Era un día de fiesta y no de reivindicaciones pese a ello Pedro Almodóvar no pudo evitar atacar al ministro Wert con una frase algo fuera de lugar en una ceremonia donde se homenajea lo mejor del cine español:

«Estimados amigos y amigas de la cultura y del cine español. Señor Wert, usted no está incluido en este grupo».