De aquel Alex de la Iglesia de la inolvidable ‘El día de la Bestia’ no vislumbramos demasiado en esta última aventura cinematográfica, sus últimos intentos por alcanzar aquellas cotas de calidad en la dirección no terminan de cuajar. Ni en forma de serie de TV con la insoportable ‘Plutón BRB Nero’, ni en sus más recientes largos. Cabe quizás descartar ‘La Comunidad’, su intento más cercano al notable; pero da la sensación que ese algo especial que Alex lleva dentro no está siendo utilizado, por que no me creo que haya sido sólo un espejismo.
Es el Año 1937. En plena guerra civil, tropas republicanas irrumpen en un circo, durante el espectáculo, para reclutar a sus empleados para luchar contra las tropas nacionales. Mucho tiempo después, en los últimos años del franquismo, dos payasos (Carlos Areces y Antonio de la Torre) luchan por el amor de una atractiva trapecista (Carolina Bang). Esta es la historia de esta sobrevalorada ‘Balada triste de Trompeta’, dónde la falta de lógica, la ausencia casi completa de credibilidad y un descolocado guión no ayudan, precisamente, a pensar en esa magia necesaria para convertir el cine en arte.
Y es en esa ausencia dónde naufraga esta inverisimil historia, en que no me la creo, desde el minuto uno hasta el último, no me creo casi nada de lo que acontece en esta locura que poco a poco se sumerge en el disparate más freak, al mismo tiempo que se aleja del impactante arranque inicial. Sus personajes, quizás buscando la originalidad, no son creibles, los hechos que acontecen tampoco y si, en algún momento, De la Iglesia buscaba esa dosis de locura para impresionarnos el objetivo no está conseguido.
El director logra que asistamos impávidos a una historia, que aún siendo original, muy original, es insuficiente para ser merecedora de nuestros aplausos.
Y, aún con todo esto, la película tiene sus momentos buenos; aunque, eso si, esperábamos mucho más de una nominada al Goya a mejor película. Será en la próxima.
Rafael Calderón Luna. Nota: 6 de 10.
A Alex como Alex un 10, pero a esta peli, yo no le daría más de un 2 ó un 3. Suspenso.