Hong Sangsoo ha realizado un profundo estudio de la personalidad humana al mismo tiempo que realiza un homenaje a la cultura en general.
Crítica de Ahora sí, antes no.
El director coreano Hong Sang-soo vuelve a sorprendernos con su nuevo trabajo Ahora sí, antes no, donde vuelve a abarcar temas que ya ha utilizado en muchas de sus películas: el azar, el amor, el cine y la cultura, entre otros puntos de similitud. Pero ni muchos menos nos representa lo mismo, sus giros y sus guiones son de esa convicción total que supera siempre las expectativas que se esperan de él.
Ham Cheon-soo es un director de cine independiente un tanto despistado y por ello llega un día antes de lo previsto a impartir una charla sobre cine. Decide recorrer la ciudad para disfrutar un día de asueto, yendo de visita a un palacio antiguo restaurado, y allí conoce a una chica que tiene algo en común, es artista, pero a ella le gusta la pintura. Le reconoce por su nombre, pero no ha visto ninguna de sus películas. El azar ha hecho que se unan para disfrutar unas horas juntos, pero al finalizar la velada ella le hace una pregunta que dependiendo de lo que responda puede cambiarlo todo. De hecho si tuvieran otro día su desenlace sería distinto, pero lo pasado, pasado está, y nunca podrán conocer esa opción, ¿o sí?
Como puede cambiar una situación y como el desenlace de la misma, dependiendo de si cada uno es sincero o no, todo puede tornarse de una forma u otra. Aquí en Ahora sí, antes no, entra en debate, por medio de un guion exquisito y pulcro, el hecho de la verdad en las personas, de su comportamiento fiel a su forma de ser, y de la captación de los demás al respecto.
¿Estamos preparados para conocer a los demás tal y como son? ¿Nos gusta la verdad a todas luces? ¿Hay miedo escénico en las relaciones con los demás? ¿Somos capaces de mostrarnos como somos en realidad? Después de deleitarse con las dos historias inmersas en la película, uno se hace todo este tipo de preguntas, además reconociendo que a medida que avanzan las situaciones de ambas, uno va recordando la anterior, buscando los matices de cambio del personaje principal y de las reacciones de los contrarios.
Es sutil y delicada, profundizando lentamente en la mente de la persona, de cada personaje investigando lo que abarcaría en cada momento, los límites de cada uno, siempre contemplado desde la distancia oportuna, como un pequeño editor interesado en dejar pistas al espectador, para que se saque su propia conclusión. Claramente la observación es más del fondo que de las formas, los hechos son el resultado de situaciones que varían y ahí reside el potencial de la película en sí.
Mezclando el cine dentro del cine, Hong Sangsoo ha realizado un profundo estudio de la personalidad humana al mismo tiempo que realiza un homenaje a la cultura en general, a todas las artes, hablando de todas un poco, y buscando la comunicación a través de ellas.
No podemos olvidar que al final nos encontramos también ante una comedia romántica, pero que se sumerge en ella con la lentitud propia de los clásicos y con el tacto habitual de sus trabajos, ya que siempre utiliza ese humor irónico y seco, pero agradable que tan bien se dirigiere visualmente.
Interpretaciones sobrias y contenidas pero contundentes que nos enseñan cómo cambiar de registro y de tono actoral en la misma historia sin desentonar con lo anteriormente visto.
Crítica de Ahora sí, antes no de Susana Peral.
Ahora sí, antes no
Lo Mejor: Un guión exquisito
Lo Peor: Como en otras ocasiones, que este gran trabajo pase sin pena ni gloria por nuestra cartelera