Crítica de Cuerpo (Cialo)

El cine polaco no es un habitual de nuestras Carteleras de cine, pero cuando llegan son de esas pequeñas producciones que se agradecen por su diversidad calidad temáticas e interpretativas.

Ahora nos llega Cuerpo (Cialo) de Malgorzata Szumowska que en el pasado certamen del Premio de cine europeo consiguió el galardón al Mejor montaje.

Janusz es un hombre taciturno tanto en su trabajo como en su vida personal. Es un juez de instrucción que le gusta analizar la escena del crimen todo con escrupulosidad. Pero en su vida personal todo toma otro cariz, es incapaz de enfrentarse a la realidad que tiene en casa. Una hija con anorexia que su enfermedad se agudiza por la muerte de su madre y que no acaba de superar. En un intento de suicidio su padre la ingresa en una clínica, donde recibe terapia de una psicóloga muy particular Anna. La facultativa también tiene su bagaje personal y sus miedos, que pierde cuando se conecta con el más allá.

Tres personas dispares que se compensan con la distancia que produce la personalidad de cada uno, pero que se complementarán al intentar solventar sus problemas. Son esquivos, y así lo muestra la cámara y el guion pero deseosos ambos de salvar las diferencias de sus vidas, eso sí hay que estar atento a todo, porque el final de la cinta puede cambiar toda la percepción de lo anteriormente visto y comprendido.

Un comienzo un tanto misterioso ya que en las primeras imágenes uno puede pensar que está en la antesala de una historia policiaca pero con ciertos tintes cómicos, pero a medida que se van presentando los personajes, de una manera muy directa, la película va cerniendo con parsimonia en lo que realmente es un drama, y con la lente de la cámara las situaciones y el porqué de las mismas, se sitúa en ese derrotero de la búsqueda de unas verdades que pongan a cada uno en su lugar.

Planos fijos muy detallistas que muestran a los protagonistas centrados en la mayoría de las secuencias, o enfocando partes del cuerpo o la situación que quieren destacar. Es un desarrollo sencillo de primeras, pero que tiene disfrazado su conjunto con pinceladas de historias cruzadas y donde los secretos son el eje básico del guion.

Cuerpo (Cialo) se recrea en la película de principio a fin, cobra distintos significados, y cada uno de ellos es diferente en cada protagonista. Hay que destacar que este aspecto es atrayente a la hora del dinamismo de la película, pues cada personaje posee uno totalmente distintos.

Profundiza con delicadeza y sin crítica en temas tan arduos como son la bulimia, las consecuencias y en parte la posibilidad del hecho de llegar a la misma. Terapias que se enfocan desde distintos perfiles, donde juzgar es muy fácil, pero plantear es peliagudo.

La directora Malgorzata Szumowska es una especialista en recrear situaciones donde la verdad no es totalitaria de la palabra ni de los hechos, ya lo conjugó en su anterior trabajo Amarás al prójimo. Aquí también utiliza ese señuelo ante el espectador para que juzgue o se plantee si cada persona es sincero o esconde algo detrás de cada palabra.

Crítica de Susana Peral.