Neil Marshall, el Sam Raimi del siglo XXI, estrena Doomsday una cinta de acción apocalíptica en la que mezcla «humor negro y violencia desaforada», de la que podeis ver el poster.
En una entrevista, Marshall reconoció como principal influencia a Sam Raimi, uno de los nombres claves de la «serie B» de los años 70 y 80. El realizador británico es prácticamente un recién llegado a la industria, pero le han bastado dos películas, Dog Soldiers (2002), una cómica vuelta de tuerca al subgénero licántropo, y The Descent (2005), de lo más destacado del cine de terror en los últimos años, para captar la atención del aficionado al cine fantástico.
Ahora, en Doomsday, un poderoso virus se ha extendido por gran parte de Gran Bretaña y ha aniquilado a millones de personas. Todo el territorio infectado es puesto en cuarentena, pero 25 años más tarde, el virus resurge en un lugar apartado de la zona asegurada. Las autoridades deciden enviar un grupo de especialistas al antiguo territorio aislado en busca de una cura, liderado por Ellen Sinclair (Rhona Mitra), que continúa la estela de exóticas heroínas en conocidas cintas de ciencia ficción como Resident Evil (2002), Aeon Flux (2005) o Underworld (2003). A pesar de una temática similar a la ofrecida por el español Juan Carlos Fresnadillo en 28 Weeks Later y del anárquico aspecto visual, deudor de clásicos del género como el díptico 1997: Rescate en Nueva York (1981) y 2013: Rescate en L.A. (1996), de John Carpenter, o Mad Max (1979), Marshall afirma que su obra no tiene «nada de convencional». «Se trata de una película llena de acción, con violencia a raudales y un sentido del humor muy negro», dijo Marshall, de 37 años, nacido en Newcastle, quien subraya la influencia del primer Sam Raimi (Posesión Infernal, El ejército de las tinieblas) en sus obras.