Su ópera prima, ‘El Sexto Sentido’, me impactó profundamente. En el año 1999 cuando se estrenó, yo aun era muy joven, debía tener unos 9 años cuando la ví por primera vez, pero no me dió tanto miedo como decían.
Me voy a centrar más en dos de sus obras, que son mis favoritas, junto con ‘el Sexto Sentido’. Seguramente, muchos dirán que son dos películas malísimas, ya que a la mayor parte de los fans de este director, les fascina ‘Señales’ o ‘La Joven del Agua’, que son en mi opinión las dos peores películas que componen la filmografía del director, junto con la famosa ‘El Incidente’, que podría haber sido mucho mejor también. Sin duda, la muestra de mejor idea mal desarrollada es ‘La Joven del Agua’, pues contiene según mi parecer, una idea que creo ahora mismo está presente en cualquier estructura social: la pérdida de la capacidad de escuchar. Para aquellos que no recuerden de qué iba, en la introducción del film se nos decía que hubo un tiempo en que los seres humanos convivíamos con otras criaturas, pero que con el paso del tiempo, nos hicimos egoístas y nos volvimos un tanto ególatras, dejando de lado a los «otros». Desgraciadamente, esta idea no llegó a desarrollarse en condiciones, y el resultado fue algo pésimo.
Pero ahora me gustaría resaltar la importancia de dos films: ‘El Protegido’ y ‘El Bosque’.
‘¿Sabes qué es lo que más miedo da? No saber cuál es tu misión en este mundo. No saber por qué estas aquí’ le dice Samuel L. Jackson a un sobrecogido Bruce Willis en los instantes finales de la película ‘El Protegido’. Cuenta la historia de David Dunn (Bruce Willis) que sobrevive a un terrible descarrilamiento de tren en el que mueren todos los pasajeros del mismo, y él no tiene ni un pequeño rasguño. Entonces, se pone en contacto con él un hombre llamado Jeremiah (Samuel L. Jackson), aquejado por una terrible enfermedad llamada osteoporosis imperfecta conocida comunmente como «la enfermedad de los huesos de cristal», que tiene una teoría un poco fuera de lo normal al respecto, pues piensa que David puede ser un superhéroe de cómic.
No revelo más por si hay lectores que no la hayan visto nunca. Es una película que hace mucho tiempo que no veo, sobretodo porque no han vuelto a ponerla en TV y además porque debo adquirirla en DVD, y cada vez que la he visto, siempre me he sentido especialmente conmovido con ella, pues creo que Shyamalan, además de contarnos un profundo y desgarrador drama humano, ha querido hacer un homenaje al mundo del cómic, intentando transmitirnos la importancia que tienen como obra artística, la cual, en muchas ocasiones no se termina de valorar del todo. Porque, acaso ¿sabemos con certeza para qué estamos en este mundo?
La otra obra, desde mi punto de vista absolutamente incomprendida e infravalorada de Shyamalan, es ‘El Bosque’. Una gran parte del público se esperaba una cinta de terror. De hecho, los tráilers que se emitían en el Cine previos al estreno, daban a entender que sería algo así, pero como siempre ocurre con este director, la sorpresa fue mayúscula. Al menos, en aquellos años, porque las últimas cosas que ha realizado son bastante pésimas. Creo que ‘El Bosque’ no es una gran obra, pero sí que contiene una historia que merece la pena reivindicar y obtener una mejor valoración.
La historia de esta película es muy simple: un pequeño poblado situado en mitad de una explanada, rodeada por un inmenso bosque, en el que habitan criaturas extrañas. Los habitantes del poblado temen a estas criaturas y por lo tanto, no se atreven en ningún momento a adentrarse en el bosque. A medida que el film avanzaba, recuerdo que pensaba: «Esto no es una película de terror». Y al llegar al final, acerté de lleno. Lo que Shyamalan intenta decirnos con esta película va mucho más allá de tres o cuatro sustos, pues de nuevo, se mete en el drama humano, para contarnos una historia sobre la pérdida de la fe y la esperanza de un grupo de personas, cuyas consecuencias solo podrán averiguar aquellos que vean el film. Tan solo diré que es un relato de lo más actual, pues esa pérdida de esperanza está un poco relacionada con las características de la sociedad en la que vivimos, tales como la pérdida de valores y la carencia de una moral.
Se podría decir que ambas películas se complementan perfectamente y son verdaderamente estupendas. Podrán estar mejor o peor contadas, pero son historias profundas y bellas que conmoverán a todo aquel que tenga un mínimo de sensibilidad que le permita apreciarlas.
‘El protegido’ es un peliculón.