Crítica de «El Quinto Poder», la esperada película en la que Benedict Cumberbatch se mete en la piel del famoso Julian Assange.
«Si encontraramos a un Hombre de Principios. Un Informador dispuesto a destapar todos los Secretos, ese hombre solo, sería capaz de vencer al más poderoso y represor de los Regímenes». ¿Es Julian Assange ese Hombre de Principios? ¿Hay límites a la Libertad de Información? ¿Cuál es el futuro de la Prensa?.
Estas y otras preguntas son las que nos plantea la estupenda película «El Quinto Poder», dirigida por Bill Condon. Basada en dos libros, uno de ellos llamado Dentro de Wikileaks escrito por Daniel Domscheit Berg, el principal colaborador de Julian Assange en Wikileaks, interpretado en la película por el genial Daniel Bruhl, que con el paso del tiempo va consagrándose como uno de los mejores actores que podemos encontrar. Aunque, el magnífico Benedict Cumberbacth que interpreta a Assange arrasa en todos en cada uno de los planos de esta película. Su expresión facial, sus gestos, toda su interpretación es estupenda, demostrando una vez más que es un actor tradicional, criado en las tablas del teatro.
Como decía, la película se basa en dos libros. El otro, escrito por dos periodistas de diferentes periódicos no he podido leerlo, pero sí me he adentrado en las páginas del escrito por Daniel Berg, y tras el visionado del film queda claro que el director no se ha alejado mucho del manuscrito de Berg, si tiene cosas del segundo lo desconozco.
La cinta hace un recorrido por las diferentes filtraciones que realizaron Assange y sus colaboradores, desde el escándalo de la banca Julius Bar en la que desenmascararon a diversos millonarios que ocultaban dinero sin pagar impuestos, pasando por los manuales de la Cienciología, un asunto en el que apenas se detienen y que sin embargo en el libro tiene mayor recorrido.
Lo cierto es que el capítulo dedicado a esta Secta tiene importancia porque Daniel menciona un grave caso relacionado con la misteriosa muerte de una joven que perteneció a la Cienciología. Considero también fundamental otro episodio no mencionado en el film, relacionado con los filtros de Internet. ¿Qué ocurre con esto exactamente? Según cuenta Daniel en el libro, y como sabemos muchos, hay numerosos países no democráticos en los que el acceso a la Red está muy limitado. De hecho en estos sitios hay poca población que tenga realmente acceso a Internet. Pues según ciertos documentos que citan a Italia, Finlandia, Dinamarca o Australia entre varios países Democráticos, los gobiernos querían imponer por ley filtros a determinadas páginas web bajo el paraguas de la Seguridad.
Por citar un ejemplo mencionado en el libro, se supone que los filtros se usan para proteger a los menores del acceso a páginas inapropiadas como las pornográficas. Todos estos filtros funcionan através de listas con direcciones IP. Las que aparezcan en esas listas serán bloqueadas y el usuario no podra acceder. Pues en Australia, había una lista que incluía grupos antiabortistas, homosexuales e incluso la página de un dentista.
De nuevo insisto, todo esto que he mencionado aparece en el libro de Daniel Berg así que es fácilmente comprobable. Si bien es cierto que podrían haberse detenido un poco más en estos aspectos, la película rápidamente se decanta por el thriller, introduciendonos de lleno en la persecución provocada por la publicación de los documentos famosos relacionados con la guerra en Afganistán, o los cables entre organismos del gobierno americano que causaron algún que otro quebradero de cabeza a nivel diplomático. Aunque nada de lo mencionado hasta ahora es lo mejor de «El Quinto Poder».
Desde mi punto de vista, lo más importante es la crítica hacia la Prensa que subyace en la película. Un periodista del diario The Guardian interpretado por David Thewlys lanza una pulla a un colega mucho más joven e inexperto: Como no tenemos reporteros entonces cogemos una noticia de archivo la retocamos un poco y la lanzamos como si fuera nueva ¿Este es el Periodismo del Siglo XXI? Desde luego la definición no puede ser más clara, y al ver la cinta uno entiende por qué esta es una película que no ha gustado a más de uno, y por qué hay una misteriosa cortina de humo entre la crítica cinematográfica intentando que pase desapercibida.
Desde luego que Assange nos recuerda que la Prensa está vendida a los intereses del Sistema, que hay una Agenda, que la Información que recibimos de los periódicos está editada, que está sesgada.
Y la guinda del final, dirigiendose directamente al espectador: «Si quieres la Verdad debes buscarla tú mismo. Cada persona te contará su propia versión. Debes mirar más allá de todo, de esta película, de todo lo que veas. Tú eres el que les das Miedo». Una película que incita a que dudemos de todo, a que tengamos criterio, que contrastemos la información y que no creamos a pies juntillas lo que nos digan. Todo este genial mensaje se ve enseguida empañado por la personalidad ególatra y prepotente de Julian Assange, que desconfía de todos y adopta un perfil mesiánico hasta el extremo, que es sin duda lo que le conduce a la desgracia, porque publicar direcciones, nombres de personas y sus números de teléfono, es un delito aunque presumamos de transparencia total de la información.
«El Quinto Poder» nos propone un debate muy interesante sobre la Libertad de Prensa, y os invito a que participeis de él. Aquí no voy a dar mi opinión personal sobre el personaje de Assange. Simplemente quería presentaros los hechos de la mejor manera posible. Como siempre, vosotros decidis.
No hay comentarios
Pingback: Bitacoras.com