How to get away with murder: todos tenemos secretos

Unos solitarios zapatos surcan el modélico brillo del lustroso parquet del juzgado de Philadelphia. El calzado pertenece a una de las abogadas más brillantes de la ciudad que además da clases en la escuela de Derecho. Pero los tacones podrían preceder fácilmente a Nicolás Maquiavelo, puesto que a ambos personajes les seduce únicamente el fin y no prestan ojos ni atención a los desatendidos medios. Hablamos de Annalise Keating (Viola Davis, nominada al Globo de Oro y por el Sindicato General de Actores como mejor actriz por este papel), una abogada tan profesional que no defiende a la verdad o la moral, sino únicamente a su cliente. Una personalidad tan atrayente, que actúa inexorablemente de imán para todos sus estudiantes, en concreto para cuatro que pronto se verán inmersos en un misterioso crimen sobre el que iremos sabiendo más pistas conforme avanzan los episodios.

How to get away with murder (en España, Cómo defender a un asesino) es la nueva serie producida por Shonda Rhimes (quien ya produjo y además escribió Scandal, un drama político que orbitaba sobre el decoro y los secretos al igual que HTGAWM) para la cadena ABC. La serie sigue un formato que le permite mantener vivo el ritmo constantemente gracias a alternar dos tiempos (pasado y presente) impidiendo la sensación de aburrimiento en el espectador al sacudirse literalmente las escenas como un saciado perro tras su baño veraniego. How to get away with murder (al igual que su hermanastra Scandal) sobrevive gracias al delicioso néctar que segregan los secretos, el lado más íntimo, oscuro y privado de las personas. Todos tenemos algo que esconder y un decoro público que mantener en una sociedad con la memoria tan privilegiada. La desconfianza hacia todos los personajes por su voluble fachada se hace patente y la paranoia se contagia fácilmente al espectador. Las miserias humanas forman parte de un culebrón bien elaborado que nos hace engancharnos a la historia y disfrutar.

Además de la moralidad del abogado (alguna vez nos hemos preguntado cómo deben sentirse al defender a alguien que saben es culpable de lo que le acusan) y los enrevesados laberintos de secretos que tan bien forja How to get away with murder, la serie es una bola de demolición contra el decoro imperante en la sociedad y los casos que aparecen y se suceden capítulo tras capítulo, un desafío legal y realista para el intelecto. Serie recomendable tanto por su valor práctico (el conocimiento añadido sobre terreno legal que nos aporta) como por su notable manufactura y su contribución al entretenimiento más simplista y adictivo.