Puntuación:
Película de terror de lograda atmósfera que, sin embargo, no consigue desarrollar de manera adecuada alguna de sus brillantes ideas.
Viejos supone un paso adelante en la carrera de los directores Raúl Cerezo y Fernando González Gómez respecto a su anterior largometraje conjunto, La pasajera. Allí nos mostraban el accidentado viaje de cuatro personas que compartían furgoneta y se cruzaban con un extraño ser que les complicaba la vida. Elementos de comedia, road movie y ciencia-ficción en la onda de La invasión de los ladrones de cuerpos se daban cita en una simpática cinta de serie B que no aprovechaba del todo aciertos puntuales debido a un guion excesivamente estirado.

La segunda película de la pareja de realizadores se muestra más ambiciosa. Aquí realizan una particular crítica al trato de los mayores por parte de la sociedad con una historia con elementos propios de la ciencia-ficción y el terror. El aparente suicidio de la abuela provocará una particular crisis en una familia que se tiene que ocupar de la pareja de la fallecida, que se comporta de una manera un tanto extraña.

El filme triunfa especialmente en la creación de una atmósfera enrarecida. Especialmente memorable es la fotografía de Ignacio Aguilar que dota al conjunto de un tonos ocres que otorga a la imágenes de un aire envejecido y decadente que combina muy bien con el deterioro físico y moral de los ancianos protagonistas. Por otra parte, la herrumbre de los viejos pisos madrileños del centro de la ciudad añade más si se quiere un matiz de decadencia. A ello hay que añadir la presencia de un espléndido Zorion Eguilor, que aporta una mezcla de fragilidad y maldad a su particular abuelito.
Sin embargo, esta cinta patina en un guion que no logra sacar adelante alguna de sus interesantes ideas. La película parece estancada en una primera mitad, mientras que se precipita en exceso en una segunda parte que desemboca en un desenlace sorprendente, pero que hubiera necesitado un mayor desarrollo. A todo ello hay que añadir la escasa pericia de los actores que interpretan a los adolescentes.

En definitiva, Viejos propone más de lo que acaba logrando, aunque se agradece que sus responsables sean más ambiciosos que en su simpático e intranscendente debut.