‘Escondidos en Brujas’ es una de esas películas deliciosamente amargas donde el guión está en un lugar preferente y el diálogo es la mayor de sus armas.
Esta sencilla historia que narra la historia de dos asesinos a sueldo en Londres que, debido a una operación que termina mal, reciben la orden de exiliarse por un tiempo en la ciudad de Brujas, en Bélgica, cala hondo y esconde bajo la máscara virtual de la comedia el más negro de los dramas y con cada risa y en un tono distendido nos involucramos cada vez más en el más profundo de los dilemas de la vida.
Con una dirección ejemplar y digna de elogio, solo las irregulares actuaciones de sus actores principales, con un Colin Farrell falto de recursos, empañan una producción muy regular con toques de obra maestra.
En el recorrido final de la trama la historia se desinfla al tiempo que pierde la credibilidad lograda durante el resto del metraje, con la acción llega la mediocridad, el thriller se vuelve inconsistente y acaba en un enrevesado e innecesario final dejándola en una imitación de serie negra.
Con todos estos defectos es una de las imperdibles de la cartelera de los últimos meses y una película que merece todos los elogios durante muchos momentos del metraje, además de enseñarnos que el cine también se compone de pequeñas cosas.
6,7 sobre 10.
Rafael Calderón Luna.