La razón por la que algunas películas llegan al circuito comercial y otras no es algo todavía indescifrable (Motivos promocionales, presupuestos elevados, lumbreras en la elección, etc…), y que ciertas producciones queden en el olvido y que solo gracias al boca a boca lleguen a nuestros hogares es algo de agradecer y una demostración de que la calidad de la obra supera los mayores obstáculos.
Este es el caso de esta sorprendente película francesa que con un reparto semi-amateur y rodada en blanco y negro consigue utilizar una muy válida historia a su antojo creando una alabada cinta reconocida en circuitos menos comerciales y con el premio final de la compra de los derechos para el remake americano que ya está en marcha.
Buen ejercicio cinematográfico, dónde la interpretación de unos actores en su sitio dotan de una credibilidad imprescindible al conjunto, sobretodo en su papel principal, llevando la película a un lugar destacado en los próximos estrenos en Dvd que no deberían perderse.
Imperdible muestra de la calidad del cine francés y un bienvenido fruto de la curiosidad por conocer otras alternativas que muchas veces son mejores que la mediocridad de la mayoría de las propuestas que asolan nuestras carteleras estos días.
Este inquietante y angustioso film no llega a sobresaliente por unos motivos que como en una receta casera no alcazamos a saber, simplemente el gusto nos dice que deja buen sabor pero sin perdurar en el paladar. Recomendable.
7 sobre 10.
Rafael Calderón Luna.