El legendario director americano Terrence Malick, se alzó ayer con la Palma de Oro en la 64 edición del Festival de Cannes con ‘El Árbol de la vida’, en una gala a la que no pudo acudir. Malick se impuso a nuestro querido Pedro Almodóvar y su ‘La piel que habito’, que recibió un premio técnico a la iluminación de José Luis Alcaine y el premio de la juventud.
Ganador del premio al mejor director en este mismo certamen por ‘Días de cielo’ y poseedor también del Oso de Oro en Berlín por ‘La delgada línea roja’, ‘El Árbol de la vida’, protagonizada por Brad Pitt, Sean Penn y Jessica Chastain, sedujo, pese a los abucheos del público y la división en la crítica, al jurado de Robert De Niro, quien dio la decimonovena Palma de Oro a la cinematografía estadounidense, recogida finalmente por el productor de la cinta.
La joven Kristen Dunst fue elegida la mejor actriz de esta edición por ‘Melancholía’, donde retrata con sabiduría inusitada para una actriz de su edad la fragilidad mental de una persona depresiva. En la categoría masculina, el premiado fue el francés Jean Dujardin, protagonista de la cinta con más calurosa acogida popular, ‘The Artist’, en la que se mimetiza de manera deslumbrante con el homenaje al cine mudo estadounidense como si fuera el mismísimo Douglas Fairbanks.
Una de las sorpresas del palmarés fue el premio al mejor director para otro peculiar danés, Nicolas Winding Refn, por su honesto, atmosférico y brutal homenaje al cine de acción de los setenta en ‘Drive’, protagonizado por Ryan Gosling.
Y compartiendo el gran premio del jurado, dos vacas sagradas de Cannes: los hermanos Dardenne, que se quedaron a las puertas de su tercera Palma de Oro por la emocionante ‘Le gamin au vélo’, y el turco Nuri Bilge Ceylan, por la cinta más larga de la competición, 2 horas y 40 minutos, ‘Once Upon a Time in Anatolia’.