Disney como siempre haciendo un gran despliegue para promocionar una de sus películas y con ‘Brave’ no podría ser de otra manera, queriendo reunir en Madrid a todos los pelirrojos de la ciudad y si no eres así, pues ningún problema, te tiñen el pelo. La calle Fuencarral el pasado domingo a las 12 de la mañana estaba abarrotada de gente pendiente de entrar y otra expectante por el curioso espectáculo de gente tiñéndose el pelo con sprays en plena calle. Público de todas las edades han pasado por el stand de peluquería, para volverse durante unas horas pelirrojos y empatizar más si cabe con los personajes de la película. Además tenían amenizada la entrada con música en directo de gaitas escocesas.
Aparte de lo original de los tintes, otra iniciativa ha sido que la proyección fue en V.O.S. Para mí que Disney y Pixar querían probar con los más pequeños de la casa si esa forma tan buena de ver el cine en el idioma natal de grabación puede ser factible, y yo creo que la experiencia ha sido buena, las imágenes se muestran por si solas y en muchas ocasiones no es necesario los diálogos sobre todo para los pequeños que tienen imaginación a raudales. Y aunque tuvieran que leer los textos, el tiempo que duraban en pantalla creo que era el suficiente para que un niño pudiera tener acceso a leerlo con facilidad.
La película la vimos en 2D, seguro que debido a que la proyección era en V.O.S y posiblemente no querían liar más la cosa para los peques. Desde luego creo que esta iniciativa es muy educativa debido al nivel de exigencia que tienen los niños desde primeras edades hoy en día en ser bilingües. Pero estoy segura que en 3D hay escenas que ganarán en visualización y que tendrán su enganche.
Mérida es la heredera al trono del rey Fergus y de la reina Elinor. Su madre tiene ya una meta para ella, formarla para ser la mejor de su reino y prepararla para su futuro mandato, pero ella es una princesa atípica, no le gustan los vestidos como a cualquier damisela que se precie, le gusta entrenar el tiro con arco, y tiene una fantasía e ilusión por vivir fuera de lo común en las mujeres de su categoría. Mérida para intentar cambiar su futuro y convencer a su madre que no está dispuesta a que tres pretendientes luchen en competición por su mano y así casarse con ella: Lord MacGuffin, Lord Macintosh, Lord Dingwall, ella misma entra en la competición de tiro con arco saliendo vencedora, pero esto no le saldrá bien y le impondrán otras normas. Tras lo ocurrido acudirá a una bruja en el bosque en busca de un conjuro para que su madre cambie de opinión y la quiera tal como es y no la imponga unos cánones que no quiere, y a partir de ese momento pondrá en peligro a su madre, a todo el reino, incluso su propia vida.
Como en toda buena película de princesas tenemos los complementos habituales y necesarios para tener el conjunto completo: una princesa, un reino, pretendientes, bruja (en este caso un tanto despistada), duendes (fuego fatuo) y una historia e imágenes llenas de fantasía y acción.
Un reivindicación en toda regla de fuera el clásico en la educación de las niñas para convertirse en mujeres de su casa, y en este caso en reina, y tratar a todos, niños y niñas, de igual a igual en todos los ámbitos. Y además quitar ese mito de la niña como persona cursi, enclenque y ñoña, pudiendo ser más fuerte en personalidad e incluso en físico que un varón.
Cada uno de los ingredientes del guión se va desgranando poco a poco, mostrando cada uno de ellos como si de un capítulo se tratase: la princesa con su ilusión, fantasía y ganas de vivir, la visión materna y paterna en terreno educacional viendo la postura de cada uno, con una visión típica del tópico del “ojito derecho del padre= la hija”, dándole mayor libertad de movimientos que la madre con su estricta educación para y por ser princesa como única meta en su vida. Y a raíz de ahí el guión es donde da cabida a los puntos claves para un enredo muy de Disney, los príncipes y la bruja, la imaginación y espíritu de superación de la propia princesa y ganar la batalla en la que se ve envuelta, una batalla muy emocional además de tener su parte física.
Los bosques encantados con sus coloridos y batallas que en ellos se fraguan engancharán a los pequeños, para hacer volar la imaginación y poder diferenciar el bien del mal, que con ello desde luego ya tenemos mensaje suficiente.
Está claro que hay muchas cosas que los más pequeños de la casa no entenderán pero si lo absorberán como una esponja quedando en su subconsciente y como todo influye con el paso del tiempo, al ser el mensaje claro y evidente, con respecto al respeto y a la libertad de elección de cada persona en su futuro tal y como lo quiera vivir, es decir respetar la personalidad de cada uno. También hará reaccionar a los padres, claro está que sus pequeños acompañantes no son príncipes y princesas, pero siempre lo serán de su casa, pero se darán cuenta que la comunicación entre el padre y la madre debe ser importante a la hora de educar a sus hijos y nunca dejar en evidencia al otro delante del hijo.
Película dedicada a Steve Jobs, el cual fue accionista de Pixar, impulsando la unión de Disney y Pixar, y después de su reciente fallecimiento han querido hacerle un claro homenaje. En la película uno de los pretendientes de la princesa Merida se llama Lord Macintosh, como claro mensaje y veneración de su último trabajo para Apple.
Parece que la acogida que está teniendo por críticos y público tras el estreno en Estados Unidos, no es muy buena, veremos lo que pasa en nuestro país a partir del 10 de Agosto, que es cuando llega a nuestras carteleras. Bajo mi humilde opinión tiene todos los ingredientes para que el público al que va dirigido disfrute con imágenes e historias de fantasía y los más adultos también, ya que no tiene nada rebuscado y simple que en ocasiones se agradece que a los niños no les compliquen las historias. Posiblemente este aspecto de la película haga que muchos piensen que la cinta en insulsa, pero pensemos a quien va dirigida y no vayamos mas allá.