Queda patente con Solo para dos que cada vez es más difícil encontrar una buena comedia con la que divertirnos y amenizarnos el rato.
Bien es verdad que cuando sale bien, son de esas películas que son gratificantes para el cuerpo y alma puesto que los tiempos que corren, que mejor que sacar una sonrisa.
Pero vamos por partes, primero vemos la definición de comedia, que no es otra que: “La comedia, es una de las partes que compone el género dramático, que principalmente se caracteriza porque sus personajes protagonistas se ven enfrentados a las dificultades de la vida cotidiana y por eso ellos enfrentan las mismas haciendo reír a las personas o a su «público», movidos por sus propios defectos hacia desenlaces felices donde se hace escarnio de la debilidad humana”.
Y entonces dilucidamos que Solo para dos de Roberto Santiago (eso sí, después de verla, claro está), que se estrena este viernes 14, se me queda muy, pero que muy lejos de cualquier enfoque de comedia, ni ligera ni de enredo como se pretende hacer ver a los posibles espectadores.
Valentina (Martina Gusman) y Gonzalo (Santi Millán), son una pareja que llevan la dirección del hotel Solo para dos, exclusivo para parejas, que se encuentra en la paradisiaca Isla Margarita. La vida y el desgaste ha pasado factura en la pareja y Valentina está cansada de ver pasar la vida y no encontrarse con ninguna demostración de amor de Gonzalo y toma una decisión drástica, dejar el hotel y a su pareja. Cuando él se da cuenta de esto, intenta por todos los medios que ella no le abandone, ¿pero será capaz de recuperar su amor?
Además en todos los años que llevan en su trabajo en el Solo para dos, nunca habían tenido un huésped soltero, que no es otro que un recién casado que su mujer abandona por una infidelidad. Este hecho, el dejar alojarse a un soltero, es algo que va contra sus normas.
De ahí en adelante los enredos entre huéspedes, trabajadores y dueños del hotel serán el arma de batalla de esta comedia para contarnos la batalla más antigua del mundo, el amor.
El problema que aparece cuando estás visionando Solo para dos, es que en ningún momento el guión hace que la sonrisa emerja de tu cara, que no te engancha, que todo se me antoja más que previsible, pero además con el detonante que ni siquiera hay gags que enganchen, todo resulta totalmente lineal sin altibajos ni sorpresas.
Lo mejor y lo único que saco de positivo de Solo para dos es su final que no es lo tremendamente predecible y positivo que cabía esperar en una comedia, no es ni mucho menos un drama, pero si una posible realidad, al menos algo es algo.
Ya que además para rematar si la película es buena o no, a mi parecer no lo es, pero lo dejo a decisión del espectador, la banda sonora de Solo para dos ya fue la gota que colmó el vaso, que no es otra que la canción principal de la telenovela Cristal de 1985, cuyo título “Mi vida eres tú”, que además en demasía todo sea dicho.
Roberto Santiago, es un director que se ha especializado en comedias, y de hecho muchas de ellas han funcionado. En Solo para dos no sé muy bien si es por el guión o por el tándem de actores, que perfectamente se ven que no fluyen, pero la historia no llega, lleno de diálogos sosos sin chispas y anodinos.
He de reconocer que Santi Millán, me gusta, pero me llega mucho más en TV que en la gran pantalla. Y Martina Gusman me ha gustado en sus trabajos anteriores, pero nunca había entrado a formar parte de un reparto de comedia, y personalmente creo que no le va.